China sella con Europa un acuerdo que acelera su ingreso en la OMC

La UE y China alcanzaron ayer un acuerdo que acelerará la entrada del gigante asiático a la Organización Mundial de Comercio (OMC). El pacto se produce 11 días después de que Pekín y Washington también limaran sus últimas diferencias comerciales para hacer posible el ingreso de China en la organización, previsto ahora para octubre de este año, tras 15 años de negociaciones. El 28 de junio, 50 países y 250 compañías darán la luz verde definitiva.

Después de dos días de negociaciones en Bruselas, el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, y el ministro chino de Comercio Exterior y Cooperación Económica, Guangsheng Shi, anunciaron que los temas pendientes a nivel bilateral entre la UE y China en relación con la adhesión a la OMC del país asiático, mayor mercado del mundo fuera de la organización, han sido resueltos.

Lo más duro fue la negociación sobre las ayudas públicas que China da a sus empresas y la escasa apertura de su economía a la inversión extranjera. Además de estos temas clave, expertos comunitarios y chinos también abordaron otras cuestiones bilaterales en materia de comercio y economía. Las conversaciones incluyeron la protección de la propiedad intelectual, así como temas sanitarios y fitosanitarios e iniciativas para facilitar el comercio bilateral.

El pacto, desde luego, incrementa las posibilidades para que los representantes de casi 50 países que tienen previsto reunirse el 28 de junio en Ginebra, sede de la OMC, completen con éxito el documento de acceso de China a la organización. Además de los representantes de los países, a la cita acudirán los de 250 empresas, entre ellas Motorola, Ford y Citigroup.

Antes de finalizar las reuniones, un portavoz de Lamy subrayó que la Unión europea quiere ver a China 'lo antes posible' dentro de la OMC. El portavoz comunitario, explicó que durante esas conversaciones se abordaron los resultados de las negociaciones comerciales entre EE UU y China, dado que pueden tener repercusiones en la UE. 'El objetivo es verificar lo que ha sido acordado con EE UU y ver si hay potenciales impactos en las relaciones con la UE para asegurarnos de que salvaguardamos nuestros intereses', dijo el portavoz del comisario Lamy.