Dos voces singulares

La colección de poesía de la editorial Bassarai de Vitoria se está convirtiendo en un punto de referencia para lecturas con enjundia. Es posible que cuando se traduce poesía europea contemporánea, con toda su riqueza, se haga en el fondo una apuesta desde el gusto personal del editor, Kepa Murua, hacia unos poetas que, a pesar de su larga trayectoria, pueden ser o no considerados como escritores canónicos. Pero la canonización de los escritores es una cuestión que dilucidará el futuro. Mientras, la poesía sigue siendo el género donde ese tipo de riesgos está justificado. Y los lectores leemos con ganas estas nuevas de la poesía en otras lenguas.

La colección cuenta ya con voces indiscutibles de la poesía contemporánea, como Michel Butor o Vladimir Holan. En ese concierto, la editorial publica dos nuevas entregas de gran calidad y sorprendentes. Algo negro, de Jacques Roubaud (1932), escritor perteneciente a la siempre inventiva escuela del OU-LI-PO, y Cien poemas, de Johannes Kühn.

Debo confesar que Algo negro entusiasma. Esa acerada reflexión sobre la muerte tras fallecer su esposa, la fotógrafa Alix Cleo, entra en la sensibilidad como un cuchillo que da la vuelta cuando se encuentra dentro de la carne. La voz, entrecortada por los silencios, establece un continuo camino entre la palabra y el silencio, el recuerdo y la vida entristecida. Imágenes desde el blanco y negro de la fotografía y desde el negro del vacío absoluto, pero también desde el punto central, negro, del sexo. Una palabra entrecortada, en la que los objetos son materiales para recrear una vida en común. Quizás desde la fuerza que se concede al objeto que recrea el recuerdo se afronta la imposibilidad de la expresión total de la sensación de ausencia.

La poesía de Khün transita otros caminos, quizás no tan intensos, quizás más descriptivos. Pero estos cien poemas dejan descubrir a un poeta maduro. La versatilidad de los temas y las formas melódicas llama la atención en primer lugar. La referencia a elementos cotidianos (el vendedor ambulante, el buen cliente, el despedido) permite el primer fogonazo desde el que el texto transcurre como una sinfonía hacia un final sorprendente. La presencia de la naturaleza constituye otro de los puntos de creación desde los que la expresión avanza hasta una visión ácida de la condición humana, última preocupación de esta poesía.

Jacques Roubaud, Algo negro. Bassarai. Vitoria, 2001. 1.500 pesetas. Johannes Kühn, Cien poemas. Bassarai, Vitoria, 2001. 1.600 pesetas.