La familia del acusado del 'caso del 7º piso' dice que es 'buena persona'
Natividad Ll. E., hermana del acusado, fue la primera en ofrecer su testimonio al jurado. Tranquila, escueta, firme y contundente respondió a las preguntas del Ministerio Fiscal, representando por Margarita Goma, de la acusación particular, ejercida por el letrado Carlos Verdú, y del abogado de la defensa, Javier Boix.
Según expuso en la sala del Palacio de Justicia de Valencia, Natividad Ll. E., definió a su hermano como una buena persona, entregada a su familia y al trabajo e incapaz de cometer un acto como el que le tiene sentado en el banquillo. Además, Natividad aprovechó su comparecencia para desmentir las acusaciones de amenazas que contra ella ha vertido en forma de dos denuncias ante la policía una testigo de cargo amiga de la víctima, María Luisa, que fue la última en verla con vida antes de que ocurrieran los hechos el martes 19 de octubre de 1999. Natividad no sólo negó haberla amenazado sino que dijo en la sala haber denunciado a María Luisa por falsa denuncia. Se da la circunstancia que María Luisa, esteticista, es la mujer del hermano del marido de Natividad y que son vecinos en Castellar. Además, Natividad y su esposo son quienes tienen en acogida a la hija que el acusado tuvo con la víctima, quien se responsabiliza de que la pequeña visite regularmente a su padre en la prisión de Picassent donde permanece ingresado desde que ocurrieron los hechos.
La versión favorable
El jurado escuchó minutos después de la intervención de Natividad a otro hermano del acusado. Su testimonio, más escueto, coincidía en calificar José Francsico Ll. E. como buena persona, ignorante de que su esposa quisiera separarse de él, casero, buen padre de familia y un esposo incapaz de actuar como supuestamente lo hizo.
La jornada de ayer, más breve que las vividas por en la sala durante la semana pasada, permitió a los once miembros del jurado -ocho mujeres y tres hombres incluidos los suplente- escuchar las, hasta ahora, primeras calificaciones favorables al acusado.
Entre el público, un día más, se encontraban vecinas de Castellar -donde residía la pareja- negaban con la cabeza y cuchicheaban a cada una de las excelencias que los testigos vertían sobre el acusado. Y, también ayer, estaban entre el público algunas de las amigas de la víctima de Xàbia -donde la pareja pasaba las vacaciones de verano- que declararon el pasado viernes y que afirmaron que aunque la víctima era una mujer discreta ellas sí sabían, y lo habían comentado en varias ocasiones, su intención firme de poner fin a su matrimonio 'aunque tuviera que irse debajo de un puente'.
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