Matas afirma que Clos apoya el PHN y el alcalde lo niega

Jaume Matas adoptó ayer aires tremendistas. El ministro arremetió contra quienes critican el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y los trasvases, y aseguró que Barcelona y la región metropolitana entera corren el peligro de quedarse sin agua dentro de un par de veranos si no se llevan a cabo las obras incluidas en el PHN. Matas hizo estas declaraciones durante la visita a las obras de la depuradora del Llobregat, acompañado por el consejero de Medio Ambiente del Gobierno catalán, Felip Puig.

Pero Matas no sólo defendió las posiciones favorables al trasvase del PP y de CiU, sino que trató de presentarse con más aliados de los que tiene y aseguró que el alcalde de Barcelona le había comentado su apoyo al plan y al trasvase, conocedor de los problemas de agua de Barcelona.

'Nada de nada', aseguró el portavoz oficial del Ayuntamiento de Barcelona. 'No es la primera vez que el ministro explica que Joan Clos apoya el trasvase y el PHN. La verdad es que Clos lo único que ha dicho siempre es que exige que se garantice el abastecimiento de agua a la ciudad de Barcelona. Y ha recordado que es la ciudad que paga el agua a un precio más alto en España'.

'La responsabilidad de garantizar el abastecimiento de agua a Barcelona es del Gobierno central, apoyado por el PP, y del Gobierno catalán de CiU, y tiene que asumirla y no traspasarla a los ayuntamientos', dijo la misma fuente, que calificó las declaraciones de Matas de 'cortina de humo' ante los problemas que ambos gobiernos tienen para llevar adelante el Plan Hidrológico por la oposición popular que despierta en toda Cataluña.

Fuentes del Ministerio de Fomento aseguraron que el alcalde habría hecho el comentario favorable al trasvase durante una de las reuniones celebradas con el ministro hace unos meses en Madrid, asunto negado con rotundidad por el portavoz del alcalde.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, se refirió también a una hipotética falta de suministro de agua a Barcelona. En su opinión, el ministro no se refería al trasvase del Ebro propiamente dicho, sino a la modificación de la ley del minitrasvase que abastece a Tarragona. Esta obra preveía unos consumos que nunca se han alcanzado y prohibía que el agua cruzara el límite de la provincia de Tarragona. Con una conducción de apenas siete kilómetros, estos excedentes podrían servir para llevar agua del Ebro hasta la región metropolitana de Barcelona.

La modificación de esta ley fue admitida dentro del paquete de alegaciones presentado por CiU al PHN. No obstante, el diputado socialista Germà Bel recordó ayer que el mismo PP votó a favor de cambiar la ley del minitrasvase hace unas semanas y que votó en contra de una proposición idéntica presentada por CiU como enmienda a la ley de acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado.

'Para llevar el agua del Ebro a Barcelona no hace falta un trasvase, basta con modificar esa ley', explicó Bel. 'Pero hay más, el trasvase no puede estar acabado de ningún modo en un plazo de dos años, por lo que si Barcelona se tuviera que quedar sin agua dentro de dos veranos, le ocurriría a pesar del trasvase porque éste no podría estar terminado. Si el PP creía que Barcelona iba a quedarse sin agua y que había que llevarla del Ebro, hubiera tenido que votar a favor de la enmienda de CiU y se hubieran ganado bastantes meses. Lo que ocurre es que el PP se encuentra metido en una política confusa que le hace decir una cosa un día y al siguiente la contraria sin ningún pudor', dijo Germà Bel.