Portugal intenta frenar la 'invasión' de médicos españoles que trabajan en sus hospitales
Más de 1.100 licenciados en España ejercen ya su profesión en el país vecino
El fenómeno no alcanza los cinco años. De los 335 médicos inscritos en Portugal en 1996 se pasó a los 833 de 2000 y a los 1.152 de la actualidad. La tasa de facultativos en ese país (uno por cada 380 habitantes) es similar a la media europea, pero el problema reside en la 'extraordinaria ineficacia' del sistema de salud, como reconocía hace tiempo Pedro Nunes, responsable del colegio profesional para la región sur. Y eso incluye 'la mala distribución de los doctores', según explicaba João Quintela, jefe del departamento de enfermería del hospital Egas Moniz, en Lisboa. Otro de los responsables del colegio, Salvador Massana, responsabilizaba del caso 'a la mala gestión' de las autoridades académicas y políticas.
Numerosos hospitales reclaman la urgente contratación de españoles y más de 800 estudiantes portugueses se han matriculado los dos últimos años en facultades españolas de Medicina ante las dificultades de acceso a la universidad en su país (notas y númerus clausus).
La médico barcelonesa Estefanía Ollé, de 26 años y con dos de especialidad en cirugía general en Lisboa, reconoce que 'los hospitales centrales no suelen necesitar médicos y sí enfermeros, aunque el gran problema es que los portugueses no quieren salir de los grandes centros urbanos; ahora mismo se están ofreciendo sobresueldos que superan las 100.000 pesetas para aquellos que se trasladen al interior'. 'Nosotros, por lo general, no tenemos grandes problemas', explica Ollé: 'Los pacientes están encantados porque estamos empezando y les dedicamos más tiempo. El trato de los colegas portugueses depende de los hospitales y los servicios; yo nunca he tenido quejas del hospital de San José, aunque he tenido noticias de problemas en otros lugares'.
La doctora catalana no cree que existan graves dificultades de adaptación al país: 'El idioma se aprende rápido, los medicamentos son prácticamente similares, o consultas el index'. Asimismo, admite que, 'por un lado, los españoles no necesitamos los dos años de internado general para ejercer la profesión, como se exige a los portugueses tras la licenciatura, y nosotros pasamos aquí nuestros años de especialidad (entre cuatro y seis, dependiendo del caso) y luego nos vamos, aunque cada vez es mayor el número que se queda en Portugal. Sobre todo por las dificultades para encontrar trabajo en España y porque los hospitales prefieren a gente formada allí'.
Certificado
Esta tendencia ha provocado que las autoridades de Lisboa pretendan frenar la invasión española. Desde principios de este año, el Colegio de Médicos portugués exige a los licenciados españoles un certificado de nacionalidad firmado por un juez, en sustitución del de residencia que expedía el consulado en Lisboa, lo que, a juicio de la delegación diplomática y algunos juristas, viola las normas de libre circulación europeas y tiene como objetivo poner trabas a esas inscripciones. El cónsul y el vicecanciller españoles en Lisboa explicaron a los responsables del Colegio de Médicos que ese documento no existe en el ordenamiento jurídico español y su certificación es suficiente con los datos facilitados por el consulado, que 'evidentemente no tiene inscritos a franceses u otros extranjeros'.
El presidente del Colegio de Médicos, Germano de Sousa, dice: 'No estamos en contra de recibir a nuestros colegas. El único problema es el privilegio que tienen los españoles al poder ejercer la profesión sin los dos años de internado general que se exige a los portugueses, tras la facultad'. De Sousa afirma: 'El Ministerio de Sanidad está preparando un decreto para acabar con esa situación, de forma que a los españoles se les exija esos dos años de tutela, sometiéndose así a las reglas portuguesas'.
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