Los contratos a tiempo parcial sólo ocupan al 8% de todos los asalariados
Los empresarios recurren al empleo temporal para cubrir vacantes
Sólo un 8,14% de los ocupados en España están ligados a su empresa mediante un contrato a tiempo parcial, lo que equivale a 1,19 millones de personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año. De ellos, el 78% son mujeres. En el Reino Unido, el colectivo a tiempo parcial supone el 24,9% de los asalariados; en Suiza se eleva hasta el 30,5% y en Holanda, hasta el 41%. Sin embargo, España tiene una de las tasas de actividad (porcentaje de la población en disposición de trabajar) más bajas de la UE. ¿Por qué esta fórmula no prospera, pese a ser la gran apuesta del Gobierno?
Para los sindicatos, existen varias razones que se resumen en una: la precariedad del mercado de trabajo. En lugar de optar por el tiempo parcial, los empresarios prefieren recurrir a los contratos temporales y alargar la jornada de los empleados para cubrir las necesidades de producción. 'Al final, las empresas cubren los pequeños empleos con extensiones de jornada, no sólo de los temporales, también de los indefinidos', explica Carlos Martín, economista del gabinete técnico de Comisiones Obreras. De hecho, las actividades con más temporalidad (construcción, agricultura y hostelería) apenas utilizan el tiempo parcial. 'La cultura de la temporalidad es incompatible con el tiempo parcial', indica Jesús Pérez, secretario ejecutivo confederal de UGT. Los empresarios dicen que el contrato a tiempo parcial vigente desde final de 1998 es 'el más rígido de los que existen en el mercado', según Fabián Márquez, asesor laboral de la CEOE, y que por eso los empresarios lo usan poco.
El contrato a tiempo parcial fue una apuesta de Gobierno y sindicatos, que acordaron reformarlo a finales de 1998. Esa norma, a la que no se sumó la CEOE, estableció un límite del 77% de la jornada laboral y la obligación de especificar cómo se distribuían las horas de trabajo. Hasta entonces, bastaba con que la jornada fuera inferior a la ordinaria, sin importar cuánto. Éste es el modelo al que ha vuelto la nueva reforma laboral del pasado mes de marzo, impuesta por el Gobierno sin consenso, que elimina la obligación de especificar el reparto de las horas laborables.
Márquez pronostica que con el nuevo contrato a tiempo parcial 'lo lógico es que el modelo funcione'. A su juicio, lo ideal es que el tiempo parcial arrebate un porcentaje importante a la elevada temporalidad que existe en España (un 31,5% de los asalariados): 'Los empresarios cambiarán de opinión, porque es mucho mejor un buen contrato a tiempo parcial que uno temporal'. El dirigente de UGT Jesús Pérez cree que esa modalidad puede volverse precaria al producirse un trasvase de los contratos a tiempo completo, que por una hora menos de trabajo pueden convertirse en tiempo parcial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.