Aerolíneas Argentinas despide a 15 directivos por un fraude de millones de dólares en la gestión
La SEPI calcula en 15.000 millones de pesetas el coste de la última huelga de mecánicos
La empresa está al borde de la parálisis y las posturas cada día más enfrentadas. La SEPI está cuantificando el alcance exacto del fraude detectado en la gestión por los 15 directivos de nacionalidad argentina, algunos de la alta dirección, para presentar una demanda judicial que por ahora cuantifica en 'varios millones de dólares', según las fuentes consultadas. La SEPI se ratifica con estos datos en que no aportará ni un duro más mientras no se acepte un ajuste que es la única salida de futuro.
En Argentina la situación es explosiva y ayer se produjeron actos de protesta en los aeropuertos más importantes del país, manifestaciones y marchas organizadas por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) en Buenos Aires. De este modo se cumplía ayer por la tarde la jornada nacional de movilización en defensa de Aerolíneas Argentinas, que el miércoles suspendió sus vuelos a siete destinos internacionales. Los portavoces de la empresa atribuyeron la medida a los problemas de financiación que atraviesa. La jornada de protesta transcurrió en un día convulsionado además por la noticia de la detención del ex presidente argentino Carlos Menem.
Los portavoces de los gremios que se resisten a firmar el nuevo convenio laboral exigido por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, propietaria de Aerolíneas) como condición para mantener a la empresa funcionando y ya no tienen esperanzas de acuerdo después de que la compañía resolviera el pasado miércoles suspender 'hasta nuevo aviso' sus vuelos a siete destinos internacionales: Nueva York, Los Ángeles, Miami, Sidney, Auckland, São Paulo y Río de Janeiro. Desde ayer, Aerolíneas sólo está en condiciones de volar entre aeropuertos donde pueda recibir el combustible de Repsol YPF, la única compañía petrolera que se comprometió a mantener su servicio.
Según Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), 'la decisión no fue consultada, es unilateral y responde al plan de cerrar la empresa'. 'Esto confirma todo lo que veníamos diciendo y ya es hora de que los Gobiernos de Argentina y España se hagan cargo', añadió el líder de la organización que se opone con más fuerza al plan de la SEPI.
La SEPI acusó a los responsables del sindicato que representa a los técnicos aeronáuticos de ser responsables 'de la pérdida de 15.000 millones de pesetas desde el pasado mes de abril como consecuencia de la paralización de los servicios durante nueve días y los siguientes que impidieron el normal funcionamiento'.Víctor De Gennaro, secretario general de la central sindical CTA, encabezó una marcha desde las puertas del Congreso hasta el aeroparque metropolitano Jorge Newbery, al norte de la ciudad. Una columna de manifestantes tenía previsto iniciar su recorrido en la sede de la compañía en el centro de Buenos Aires para detenerse luego frente a los edificios donde funcionan los bancos y empresas españolas. La policía reforzó la guardia en aeropuertos, y en las cercanías de las sedes de Repsol YPF y de Telefónica de Argentina.
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