_
_
_
_
ELECCIONES EN EL REINO UNIDO | Los problemas sociales

Los nuevos disturbios en Leeds cuestionan la política laborista para las minorías

Una noche de violencia, a los pocos días de los graves disturbios de Oldham y en vísperas de la última jornada de la campaña electoral británica, desvela un hueco en el programa de seguridad del Partido Laborista y saca a relucir el limitado progreso en la reforma emprendida por Tony Blair en materia de relaciones raciales. En esta ocasión, jóvenes de origen predominantemente asiático provocaron a la policía de Leeds quemando automóviles y comercios en un barrio multiétnico y deprimido de la segunda urbe del norte de Inglaterra.

Con los ánimos aún caldeados por las jornadas de violencia de Oldham, al norte de Manchester, el brote de disturbios en la vecina Leeds pone en cuestión la relevancia del programa electoral de los partidos británicos. La rebelión callejera de las minorías del país se tenía como un problema social satisfactoriamente resuelto en los años ochenta y ninguna formación política anticipaba su rebrote en vísperas de las elecciones. Pese a su reaparición, cuestiones de seguridad y relaciones raciales quedaron marginadas ayer del debate electoral.

Más información
Rumbo a la sanidad privada
Decenas de jóvenes asiáticos toman las calles de Burnley en venganza por un ataque racista
La violencia racial entre asiáticos y neonazis se extiende por el Reino Unido
Tres policías heridos y 27 manifestantes detenidos durante una protesta en Londres
Unos inmigrantes incendian un centro de acogida inglés para evitar su expulsión

La virulencia de los ataques en ambos núcleos urbanos ha cogido a políticos, líderes comunitarios y fuerzas del orden por sorpresa. Entre los destrozos de Leeds hay 25 vehículos quemados, una lavandería destrozada, cristales de viviendas y comercios hechos añicos.

Seis detenidos

Además, seis personas fueron detenidas y dos policías sufrieron heridas en el enfrentamiento, durante seis horas en la noche del martes al miércoles, con los agentes.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El responsable policial de la zona, Graham Maxwell, denunció ayer el 'ataque premeditado' contra las patrullas antidisturbios, que calificó de 'actividad criminal, simple y llanamente'. Aunque predominantemente asiáticos, Maxwell confirmó que jóvenes de origen afrocaribeño, además de blancos, participaron en la batalla campal. Apoyaba con su testimonio la opinión más extendida entre los habitantes del barrio que descartan el racismo como detonante de los disturbios.

Pero si en Leeds no se inició la guerra racial que instigan en Oldham los neonazis del Frente Nacional, sí se dio una brutal revuelta contra la policía. Según testigos, los disturbios se montaron en represalia por la detención, el domingo pasado, de un bangladeshí con, al parecer, excesiva fuerza y en presencia de su mujer e hijos.

Blair prometió erradicar el 'racismo institucionalizado', confirmado en un informe de 1999 sobre la actuación policial en el asesinato de un estudiante negro. Y, en el programa electoral, reitera su aspiración de 'construir una sociedad inclusiva' y actuar 'con dureza en criminalidad y en las causas del crimen'.

Los disturbios demuestran escaso progreso en el cumplimiento de sus promesas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_