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La dinastía Shah y su sombra

Antonio Elorza

La fugaz aparición del actual rey Gyanendra en la escena política nepalí tuvo lugar en 1950, cuando el monarca de entonces, su abuelo Tribhuvan, huyó a la India para poner fin al secuestro del poder que desde 1846 había implantado una familia militar de origen indio, los Rana. A lo largo de 104 años, ejercieron el poder absoluto (hukum) en nombre de los monarcas, aislados en palacio, a partir del baño de sangre de notables que inauguró ese extraño régimen shogunal. Al exiliarse Tribhuvan, el último Gobierno Rana trató de apuntalar su dictadura colocando en el trono al pequeño Gyanendra, de tres años (7 de noviembre de 1950). En febrero de 1951 Tribhuvan recuperó el trono y la era Rana concluyó, aun cuando sus miembros siguieron actuando como dinastía paralela. En la crisis de 1990, el rey asesinado, Birendra, último representante de la tradición de reyes divinos hindúes, intentó una última solución continuista, designando un primer ministro Rana. A la familia Rana pertenecían la esposa de Birendra -Ayshwaria-, la de su sucesor Gyanendra y la novia del supuesto príncipe parricida.

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La historia constitucional del último medio siglo en Nepal dista de ser pacífica. En diciembre de 1960 el padre de Birendra disolvió el Parlamento, inaugurando tres décadas de poder absoluto disfrazado de tradicionalismo hindú: la era del panchayat. Birendra la prolongó desde su acceso al trono en 1972 hasta que la revolución popular de febrero-abril de 1990 restauró la democracia. Para entonces, el despegue del turismo había hecho posible que en el paupérrimo país los miembros de la familia real y su camarilla amasasen grandes fortunas. La impopularidad consiguiente hizo de la reina el chivo expiatorio de las movilizaciones. Otro eslógan reunía en la palabra inglesa BAD (malo) a los tres responsables de la crisis del país: Birendra, Ayshwaria y su hijo Dipendra.

En medio de problemas sin cuento, el parlamentarismo nepalí sobrevivió 10 años. Ahora con el regreso de Gyanendra se inicia tal vez la vuelta atrás.

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