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Reportaje:

'Ahora lo importante es volver'

La selección llega a Tel Aviv con cierta psicosis y el Gobierno agradece su solidaridad con Israel

José Sámano

No fue un viaje rutinario el de la selección española. En las caras de muchos de los expedicionarios que embarcaron ayer, a primera hora de la mañana, en Oviedo, rumbo a Tel Aviv se adivinaba una mueca de inquietud por la situación que se vive en Israel. Sobre todo, por lo que un directivo de la Federación Española de Fútbol acuñó como 'efecto móvil'. Consiste, al parecer, en que desde hace días familiares y amigos de los futbolistas no paran de transmitirles su preocupación vía telefónica, lo que acaba por derretir al más hierático. Unos preferían tomárselo con humor: 'Lleváis todos dodotis'. Otros rumiaban mirando al suelo: 'Estoy cagao'. También estaban los escépticos, que murmuraban en corrillos: 'O miente el ministro [Josep Piqué, titular de Exteriores que ha transmitido tranquilidad] o mienten los telediarios'. Nadal, uno de los veteranos del grupo, era de los más ponderados: 'Todos sabemos a dónde vamos y lo hacemos con todas las consecuencias. Ahora lo importante es volver y, como se suele decir, sanos y salvos'.

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Horas antes de partir hacia Tel Aviv, tanto el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo, como el secretario de la Federación, Gerardo González, habían conversado con el embajador español en Israel, Carlos Bárcenas. Ambos recibieron el 'ok' para el traslado. Y así fue. Con 126 pasajeros a bordo, incluida la tripulación, el chárter de Iberia despegó a las once de la mañana. Un vistazo a los periódicos, un buen sedante tras una goleada y la mayoría a dormir.

Al cabo de cuatro horas y media, el pájaro aparcó en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv (Colina de Primavera). Y ahí se quedará hasta el viaje de regreso, un hecho poco habitual, ya que lo normal es que se hubiera dado la vuelta hasta entonces. Pero esta vez la delegación española ha pedido que espere por si hubiera que salir de estampía.

Quienes esperaban un imponente cordón policial se toparon con unos cuantos cámaras de televisión al pie de la escalerilla y el personal del recinto hambriento de autógrafos, como ocurre siempre. Sin un uniforme a la vista, la expedición enfiló hacia la zona de control de pasaportes, siempre tediosa en este país, donde esperaban el embajador español y algunos dirigentes de la Federación local. Sorprendentemente, no hubo atasco en las ventanillas. Ni mucho menos. Los federativos israelíes -a los que, según periodistas locales, el ex céltico Revivo consultó estos días la posibilidad de aplazar el partido- ofrecieron al presidente de la Española, Ángel María Villar, y sus directivos acudir a una sala Vip, pero aquél rechazó la oferta. No quería separarse de la expedición.

Mientras los de la selección absoluta garabateaban su firma, algunos integrantes de la sub 21, que juega hoy a 45 minutos de Tel Aviv, lamentaban no alojarse en el mismo hotel que sus mayores, en el que presumían que las medidas de vigilancia serán más extremas. Al menos en el de la absoluta, la presencia policial tampoco era visible, como no lo fue en el entrenamiento que dirigió José Antonio Camacho a media tarde, amén, por supuesto, de los que estuvieran camuflados.

Ya en los exteriores del aeropuerto, el embajador afirmó que la ciudad 'ha recobrado la normalidad' y subrayó: 'En todo momento, las noticias que tuve del Gobierno español fueron que no se cuestionaba el desplazamiento. El Ejecutivo ha querido demostrar su solidaridad con la difícil situación que atraviesa un país con el que mantiene excelentes relaciones'. Luego indicó que en Tel Aviv no hay que tomar más precauciones 'que las que dicta el sentido común'.

Horas antes, su ministro de Exteriores, Josep Piqué, había enfatizado en un acto en Madrid: 'Quiero destacar la gallardía de nuestros jugadores, que han manifestado su voluntad de jugar este partido y ganarlo, así como la actitud mostrada por la Federación'. De salvaguardar dicha gallardía se encargarán mañana, en el estadio Ramat Gan, 550 policías y 700 agentes de seguridad, el mayor despliegue recordado por los periodistas israelíes para un encuentro en Tel Aviv.

Raúl, custodiado por un policía tras el primer entrenamiento en Tel Aviv.
Raúl, custodiado por un policía tras el primer entrenamiento en Tel Aviv.AP

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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