El Parque Tecnológico de Paterna contará con un acelerador de partículas para investigación

'Un congreso como éste puede parecer lleno de ponencias teóricas, sin repercusión social'. Nada más alejado de la realidad. Enrique Sanchis, uno de los organizadores del congreso y catedrático de tecnología electrónica de la Universidad de Valencia, combatió ayer la idea de congreso de debates etéreos alejados de la realidad. Y puso un ejemplo: la world wide web, la red que hizo posible la universalización de Internet como instrumento de masas nació en el elitista Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), ubicado cerca de Ginebra.

Precisamente, estudios relacionados con la capacidad y la velocidad de la red, sistemas potentes de cálculo que faciliten la transferencia de información o módems de alta velocidad son algunos de los aspectos que están centrando los debates. A ellos se suman los relacionados con la domótica -aplicaciones informáticas en el hogar-. A estos aspectos se sumarán investigaciones aplicadas a la medicina, entre las que se encuentra un acelerador de partículas portátil, un equipo similar al TAC, destinado al diagnóstico por imagen que desarrolla la Universidad de Valencia.

En la presentación del congreso Real Time on Nuclear Sciences, organizado por la sociedad americana Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, el Catedrático de Física Nuclear, Antonio Ferrer, al que acompañaba el vicerrector de Investigación de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás, el directivo del Grupo del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Heidelberg, Christian Boulin,y José María Benlloch, del IFIC, anunció la puesta en marcha de un acelerador de pequeña energía en Valencia, cuyo presupuesto rondará los 1400 millones de pesetas y que será sugragado entre la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Ciencia y Tecnología. La construcción comenzará en 2002. Ferrer explicó que el acelerador tendrá unos 20 metros de longitud y servirá para la formación de técnicos, además de ponerse a disposición de la industria local y de otras áreas como la medicina oncológica o los estudios de arqueología y prehistoria, para la datación por el método del radiocarbono de objetos con una antigüedad inferior a los 50.000 años.

Falta de ayudas

Sanchis se lamentó de la falta de ayudas de la Administración y los efectos negativos que tiene sobre áreas potenciales de negocio arraigadas en la Comunidad. Es el caso de la industria juguetera o la de cerámica, que están en gran parte en manos de pequeñas o medianas industrias incapaces de contar con laboratorios de investigación potentes. El catedrático de la Universidad de Valencia reconoció que los fondos de investigación destinados por el Instituto Valenciano de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva) a la universidad se han visto 'drásticamente reducidos' durante los últimos años, lo que dificulta la transferencia tecnológica de los centros de estudio a las empresas. De igual forma, puso de relieve la lentitud de las ayudas estatales que 'eternizan' la llegada de fondos, retardando las investigaciones.