Cuatro muertos y 31 heridos en dos atentados en el centro de Bogotá

Nada concreto se sabe aún sobre quiénes activaron ayer, viernes, en un concurrido sector residencial y universitario de Bogotá, dos explosivos que no parecían estar dirigidos a un objetivo definido de antemano. Cuatro personas murieron y otras 31 resultaron heridas.

Los hechos ocurrieron en una avenida del centro-occidente de Bogotá, en el barrio Nicolás de Federmán, y aumentaron el temor colectivo que vive el país por la cadena de atentados terroristas. "La guerra se trasladó a las ciudades", fue una frase repetida ayer.

A las ocho de la mañana (hora local) cuatro hombres, con pasamontañas, según relataron a las autoridades varios testigos, se bajaron con dos paquetes de un coche negro en el lugar del ataque. Los colocaron a ambos lados de un puente peatonal, uno de ellos en la caseta de una parada de autobuses.

A las ocho y cinco estalló el primer artefacto y, siete minutos después, cuando ya había acudido policía, miembros de la Fiscalía, personal de primeros auxilios y periodistas, explotó la segunda bomba. Tres personas murieron en la primera explosión, entre ellas uno de los terroristas. La onda expansiva del segundo artefacto, de siete kilos de dinamita, mató a un investigador de la Fiscalía. Varias personas más, muchas de ellas curiosos atraídos por el primer estallido, resultaron heridos con el segundo. "Esta bomba fue una trampa", dijo dolido uno de los investigadores de la Fiscalía, que llegó al lugar y vio morir a su compañero.

El desconcierto fue total. El lugar de los hechos es un sector residencial donde tienen sus sedes varias entidades del Gobierno, entre ellas la Universidad Nacional, y el Instituto Colombiano de Normas Técnicas. Hace apenas cuatro días en un céntrico sector de la ciudad, y frente a la sede del periódico Voz -del partido comunista-, fue desactivado otro artefacto explosivo. Desde entonces, se inició un gigantesco operativo de seguridad, con más de 200 puntos de control.

Guerra contra los 'paras'

Las autoridades de la capital, hasta el cierre de esta edición, no tenían cerrada ninguna hipótesis sobre los autores y el por qué de este acto bárbaro. Sólo el ministro del Interior, Armado Estada, se aventuró a afirmar que podría estar ligado a los operativos iniciados ayer por la Fiscalía contra los financiadores de los grupos paramilitares. "Lo de hoy en Bogotá, lo de ayer en Barranca [donde se desactivaron dos coche bomba], puede tener ligazón directa con el combate al paramilitarismo", dijo el alto funcionario. El presidente Andrés Pastrana decidió cancelar su viaje a Europa programado para este fin de semana.

El Ministro del Interior descartó que se trate de acciones para impedir que se realice en julio en el país la Copa América de Fútbol, como algunos plantean. En esta cadena de atentados con explosivos, han resultado afectadas ya tres de las ciudades elegidas como escenarios del evento deportivo. En Cali, donde explotó un coche bomba en pleno centro hace tres semanas. En Medellín, donde el jueves de la semana pasada otro coche bomba fue activado en el parque Lleras, un sitio de diversión de la juventud. En este caso, todo indica que la culpable fue la Banda La Terraza, una poderosa organización de sicarios que está en guerra desde hace un año con su antiguo aliado Carlos Castaño, máximo jefe paramilitar.