Zapatero defiende un pacto urgente por la paz en la Cámara vasca

La reunión que al mediodía de hoy celebrarán en el Congreso de los Diputados delegaciones del PP y del PSOE, encabezadas por sus respectivos secretarios generales, Javier Arenas y José Luis Rodríguez Zapatero, para abordar la situación del Pacto Antiterrorista suscrito entre ambas formaciones en diciembre de 2000, adquiere aún más relieve ante la nueva oleada de atentados de ETA. Socialistas y populares reafirmarán la validez de ese pacto en su vertiente antiterrorista. Una reafirmación que tiene más sentido tras la victoria del PNV sobre el PP y PSE en las recientes elecciones vascas, a las que estos dos últimos partidos concurrían como alternativa de Gobierno frente a los nacionalistas.

Invalidada la vertiente electoral del pacto, populares y socialistas quieren reafirmar su base principal: el compromiso de que, gobierne quien gobierne en España, ETA debe saber que no logrará sus propósitos.

Partiendo de este objetivo, tanto desde el PP como el PSOE se apuntaba ayer que la ampliación de este pacto a otros partidos es, hoy por hoy, un 'asunto menor'. La clave está ahora en Euskadi, donde no existe un acuerdo antiterrorista tras la ruptura del Pacto de Ajuria Enera en la primavera de 1998. 'Un pacto en Euskadi es urgente y necesario', señalan fuentes socialistas.

El diagnóstico del PSOE es que, una vez que Juan José Ibarretxe ha ganado claramente las elecciones y la situación política vasca se ha desbloqueado, debe ser él mismo quien protagonice la unidad de los demócratas frente a los terroristas. Los socialistas están a la expectativa de las propuestas de Ibarretxe, y no ocultan que verían con buenos ojos una mesa de partidos vasca -con exclusión de EH, ya adelantada por el propio Ibarretxe-, en el ámbito del Parlamento de Vitoria. Sería el 'ámbito de Ibarretxe de unidad democrática', según expresión acuñada por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

El PSOE estima que también el PP debe trabajar por favorecer este escenario. Sin embargo, los populares, en principio, son reticentes. Un miembro del PP del Pacto Antiterrorista no oculta que el 'grado de entusiasmo' de los populares por la actitud de Ibarretxe y del PNV 'es menor en nuestro caso que en el del PSOE'.

La formación que lidera José María Aznar coincide, no obstante, con el PSOE en que es Juan José Ibarretxe quien debe tomar la iniciativa, tras el importante respaldo electoral que el candidato de la candidatura PNV-EA ha logrado en las urnas. Pero creen también que los partidos constitucionalistas no tienen por qué moverse, sino limitarse a esperar a lo que haga el lehendakari.

Tampoco la percepción de los gestos que Ibarretxe ha realizado estos días es la misma. Los socialistas reafirman como aspectos 'muy positivos' y síntomas de un cambio de rumbo en el PNV la decisión de Ibarretxe de aislar a EH, dejándola fuera de la futura mesa de partidos que pretende promover; el entierro de la Udalbiltza (la frustrada asamblea de municipios vascos surgida del Pacto de Lizarra) y, como último gesto, la contundente posición del portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, tras el asesinato del director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga, en la que ha comprometido a la Ertzaintza en la detención de los asesinos.

Por parte del Gobierno central, su portavoz, Pío Cabanillas, calificó de 'positivos' los últimos gestos de Ibarretxe, pero también dio rienda suelta a su desconfianza hacia el PNV al contrastar las declaraciones de Ibarretxe y de Imaz con las del portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti. Éste sugirió ayer que el PP está financiando a determinadas organizaciones pacifistas y de víctimas del terrorismo. 'Son unas declaraciones miserables', dijo Cabanillas.