Telefónica pacta con los sindicatos una subvención para el acceso a Internet y el teléfono desde sus hogares

Telefónica de España quiere que sus 40.700 empleados, que en buen número son también accionistas o tenedores de opciones sobre acciones de la compañía, sean además clientes de la casa. Con ese objetivo, la operadora ha acordado con los sindicatos una bonificación en el abono del servicio de acceso a Internet ADSL, un descuento del 50% en la cuota de abono mensual al servicio telefónico básico (1.742 pesetas más IVA) y la exención total de la cuota de conexión a la línea convencional (21.500 pesetas).

El acuerdo forma parte del convenio colectivo para el periodo enero de 2001-diciembre de 2002 que los sindicatos mayoritarios (UGT y CC OO) firmarán con la empresa el próximo 31 de mayo. El texto señala que la bonificación en la cuota de abono del ADSL (para un cliente normal, el alta cuesta 19.070 pesetas, y el abono mensual, 6.500) se concretará antes de finalizar el primer semestre de 2001. Los descuentos para la telefonía básica estaban ya implantados, pero ahora se recogen en convenio y exigen el cumplimiento de determinadas condiciones.

Telefónica exige absoluta fidelidad a los empleados y quedarán excluidos de estas bonificaciones aquellos que se pasen a la competencia mediante la preasignación de su número de teléfono (evita tener que marcar el código de acceso a un operador alternativo a Telefónica) o directamente contratando la línea con otra compañía (ahora sólo es posible hacerlo con una operadora de cable).

Telefónica reconoce que estas ofertas suponen 'adecuar la bonificación de que disfrutan los empleados a los nuevos servicios emergentes comercializados por la empresa y limitar, al tiempo, esos beneficios a los empleados que mantienen su vinculación como clientes de Telefónica'.

La iniciativa es parte del capítulo dedicado en el convenio a la adecuación de las relaciones laborales en la empresa al nuevo entorno tecnológico y de competencia. En la negociación, cuyo principal escollo ha sido la consecución de garantías de estabilidad en el empleo, ha desempeñado también un papel importante la regulación del teletrabajo, que los sindicatos y la empresa se han comprometido a desarrollar conjuntamente.

El convenio fija también las normas para el uso en el puesto de trabajo de Internet y correo electrónico, al que todos los empleados tendrán acceso, y establece las condiciones en que los sindicatos podrán hacer uso de las nuevas tecnologías, como la red corporativa o Intranet para sus comunicados.

Con la promoción de sus servicios entre sus propios empleados, Telefónica de España se defiende ante la ofensiva de otros operadores y, en particular, de Retevisión, su rival inmediato, en el mercado de acceso a Internet a través de ADSL. Además, se asegura un buen número de clientes en el segmento en el que se concentran los planes de inversión de Telefónica de España en los próximos años.

La operadora, que se ha propuesto situar sus inversiones por debajo del 20% de los ingresos anuales, prevé invertir 300.000 millones de pesetas al año para lograr que en 2004 la red de banda ancha, basada sobre todo en ADSL, alcance el 50% del total de líneas instaladas. Ese año prevé superar el millón de clientes abonados a ADSL.

Por otro lado, el acuerdo con los sindicatos permitirá al presidente de Telefónica, César Alierta, afrontar la junta de accionistas del 15 de junio con cierta tranquilidad. En la asamblea, la operadora propondrá una ampliación de capital por un valor de mercado de 3.162 millones de euros (526.000 millones de pesetas) para llevar a cabo el intercambio de acciones con el que cerrará la compra a Motorola de varias compañías de móvil en México. La operación dará al fabricante estadounidense un 3,7% de Telefónica. No obstante, Motorola ha asegurado a Telefónica que la suya es sólo una posición financiera, que convertirá en dinero cuando la acción se revalorice, y que no desea entrar en el consejo.