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Reportaje:

Accidentado desembarco de Tintín en China

El Gobierno de Pekín veta dos obras y cambia el título de la aventura en Tíbet

El desembarco de Tintín en China con pompa y esplendor se ha visto empañado por una pequeña argucia muy china que Pekín se ha apresurado a decir que no encierra malicia política. Resulta que uno de los 23 álbumes de las historietas del adolescente reportero belga, titulado en su versión original Tintín en el Tíbet, ha sido libremente traducido como Tintín en el Tíbet chino ante la perplejidad de la editorial belga Casterman y la gran irritación de la viuda de Hergé, defensora a ultranza del Dalai Lama y de la independencia de la provincia autónoma, de cuya ocupación por los soldados de Mao Zedong se ha cumplido ya más de medio siglo.

'Es inadmisible. Para nosotros, el Tíbet es el Tíbet, y no el Tíbet chino', ha manifestado al diario belga La Libre Belgique Fanny Rodwell, la viuda de Georges Rémi, alias Hergé, el autor de las famosas aventuras traducidas a más de 45 idiomas y cuyas historietas siguen aún atrayendo a muchísima gente después de siete décadas de existencia. Hergé, seguramente el belga contemporáneo más conocido en el extranjero junto con Eddy Merckx, falleció en 1983, ya retirado, a los 76 años. 'Tintín es un testigo honesto que tiene el coraje de ir a contracorriente de la tendencia de no dañar los intereses y la susceptibilidad de una gran potencia como China', afirma Fanny Rodwell, quien, como máxima responsable de la Fundación Hergé, tiene los derechos, no de autor pero sí 'morales', del desaparecido dibujante. Fanny es una encendida seguidora del Dalai Lama, hasta el punto de que la fundación organizó en 1994 una exposición en Bruselas a favor de la causa tibetana. 'Tintín se ha pasado al servicio de los tibetanos', declaró entonces.

La libre adaptación del título fue descubierta casualmente por La Libre Belgique, con gran embarazo de la editorial Casterman, que asegura no haberse apercibido de nada hasta que el diario lo ha revelado. Todo ello ha coincidido justo cuando el ministro belga de Asuntos Exteriores, Louis Michel, se encontraba esta semana en Pekín e intercambiaba elogios con el ministro chino de Cultura, Sun Jiazheng, en una ceremonia en la Embajada de Bélgica con ocasión del lanzamiento en chino de las aventuras de Tingting y Baixue, como son conocidos en China el joven periodista y su perro Milú. 'No soy traductor ni editor, ni tampoco hablo chino', ha declarado Michel para salir al paso de la situación.

Nadie quiere tirar por la borda el desembarco tintinesco en el gran país asiático, y los menos interesados son Casterman y la China Children Publishing House, con quien la casa editorial belga ha firmado un, al parecer, muy suculento contrato con el que se pone fin a ediciones piratas de Tintín en China. Los editores calculan que su lectura captará a 300 millones de jóvenes y niños. Por el momento, Casterman ha solicitado que se retire temporalmente del mercado el controvertido libro, en espera de solucionar satisfactoriamente el litigio. Ya están a la venta todos los demás, a excepción de dos títulos que las autoridades chinas consideran que no se ajustan con su filosofía: Tintín en el Congo, calificado como 'racista', y Tintín en el país de los sóviets, juzgado como 'un insulto al comunismo'.

Étienne Pollet, director de Casterman, asegura que no se explica cómo ha podido ocurrir todo, pues tanto la editorial como la Fundación Hergé revisaron, al igual que en otras traducciones a otros idiomas, los textos, pero no repararon en la ortografía de la palabra Tíbet. 'Nos han dicho que la asociación de dos ideogramas, Tíbet chino, es normal desde hace más de 20 años para designar esta región. Y que no hay ninguna carga política', ha dicho Pollet a Le Soir.

Tintín en China supone más bien un regreso al imperio después de que Hergé escribiera en los años treinta un libro de aventuras con el que inició su fama, El loto azul, donde el periodista con bombachos lograba derrotar a una banda de traficantes de opio a sueldo de Japón, con la ayuda de un joven chino llamado Tchang, el único personaje real de la epopeya tintinesca. La hija de Tchang asistió emocionada a la ceremonia de esta semana en la Embajada belga: 'Me siento feliz. Es extraordinario, porque Hergé y mi padre jamás pensaron que la historia iba a continuar y que Tintín volvería a China'.

Los personajes de Tintín, en la página <i>web</i> para los lectores chinos.
Los personajes de Tintín, en la página web para los lectores chinos.

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