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El alcalde de Almonte niega el plan de crear un centro comercial en El Rocío

La Hermandad Matriz reclama que las obras se acuerden con ellos

'Esos son proyectos inventados dentro de un rosario de estupideces que nos sitúan en el día de los inocentes y nos separan del planeamiento adecuado de la aldea. Ni el plan urbanístico ni ningún documento municipal se refieren a la instalación de locales comerciales, miradores o bungalós en El Rocío. Este conflicto sin sentido lo ha iniciado la soberbia de algún miembro de la directiva de la Hermandad', dijo Bella refiriéndose, aunque sin citarlo, al presidente, Pedro Rodríguez.

Quien respondió fue el secretario de la Hermandad, Juan Ignacio Reales: 'La única actitud soberbia es la suya [Bella], ya que todavía no nos ha citado (...) Nos parece muy bien que niegue ahora la posible ejecución de determinados proyectos, pero es necesario que los previstos sean consensuados con nosotros, ya que algunos de ellos pueden afectar al desarrollo de la romería'.

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El alcalde aclaró que el planeamiento prevé la creación de grandes zonas de aparcamiento y acampada en los alrededores de El Rocío, actuaciones en dos parcelas destinadas a uso hotelero en uno de los laterales de la carretera que une Almonte y la aldea y una zona residencial en la calle Santa Olalla, donde se ha trasladado a 17 hermandades que habitualmente acampaban en las plazas.

La Hermandad se opone, sobre todo, a que se construya en los aledaños del Santuario el denominado Edificio Ermita, y a que las hermandades sean ubicadas en el extrarradio de la aldea. Ambas iniciativas, según el alcalde, fueron aceptadas en un principio por la Hermandad Matriz. El edificio multifuncional, que la Hermandad propuso en 1997, constaría de dos plantas y se levantaría sobre una superficie de más de 500 metros cuadrados contiguos a la Hermandad de Huévar (Sevilla), en uno de los laterales de la ermita, según fuentes municipales. Su explotación sería compartida entre el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria, Mirador de las Marismas SL, constituida por vecinos de Matalascañas, casi todos ellos miembros de un coro rociero. El 27 de diciembre de 1999, el Ayuntamiento adjudicó a la explotación, durante 20 años, de un restaurante y de servicios de hostelería turística en una de las plantas del inmueble. Esta sociedad ermanece a la espera tras la paralización de la obra. La Hermandad entiende que ese edificio 'rompe la unión histórica entre el Santuario y la Marisma'.

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