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Bastenier resume en un libro 15 años de enseñanza de la escuela EL PAÍS-UAM

'El periodismo, difícilmente se enseña, pero sí se aprende. Y no necesariamente en una escuela o facultad'. Lo afirma el periodista Miguel Ángel Bastenier en la introducción de su último libro, El blanco móvil. Curso de periodismo (Ediciones EL PAÍS), presentado ayer en la Universidad Carlos III de Madrid por los periodistas Joaquín Estefanía, director de Opinión de EL PAÍS, y Jesús de la Serna, vicepresidente de la Fundación Escuela de Periodismo EL PAÍS-UAM. El banco móvil resume la experiencia acumulada por la escuela de EL PAÍS en sus 15 primeros cursos.

Para Bastenier, el oficio de periodista sólo puede aprenderse a través de la práctica diaria en una redacción. 'He despreciado los manuales durante años, pero no me ha quedado más remedio que escribir este libro', ironizó. El libro describe al periodista 'como una suma de todo lo que no es: no es un novelista, no es un sociólogo, no es un historiador, no es un político'.

Sostiene Bastenier que el periodista debe tener siempre en cuenta 'para qué y para quién escribe'. En torno a esta premisa ha escrito la parte teórica del texto, que desmenuza con escepticismo y espíritu crítico las claves de los distintos géneros periodísticos. 'Cada reportaje tiene su propia estructura, depende del problema que se quiera resolver', matiza el autor. Preguntado por un estudiante acerca del título, Bastenier explicó que para un periodista un blanco móvil es uno de esos acontecimientos 'que ocurren cada día sin avisar', de los qué 'sólo unos pocos se ponen al alcance de la escopeta periodística a lo largo de toda una carrera'.

El director de la Escuela de Periodismo, Joaquín Estefanía, destacó en el acto algunas de las enseñanzas que debe recibir un futuro periodista. Por ejemplo, 'la desmitificación de la objetividad', aunque 'que no exista no significa que no tengan que existir unas reglas del juego'. También habló de los cambios que ha supuesto para la profesión la dependencia de las empresas informativas. 'Muchas veces es más importante ganar dinero que ser consecuente con los contenidos', lamentó Estefanía, y criticó como ejemplo que ningún medio occidental enviase reporteros a India durante el terremoto que mató a decenas de miles de personas hace unos meses.

Jesús de la Serna opinó que deben ser los propios periodistas quienes enseñen a los jóvenes la práctica del oficio y recordó que 'el único dogma posible es el servicio a la sociedad'. De la Serna concluyó que 'establecer normas en el periodismo es como enseñar a montar en bicicleta con una pizarra'.

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