El PSOE expulsará a Marcos Merino por la crisis interna de Sestao
La investigación concluye que impulsó una moción de censura contra el alcalde
El histórico dirigente socialista vasco, José Luis Marcos Merino, número dos del PSE en los años noventa, será expulsado del PSOE en las próximas semanas. La decisión de los socialistas responde al expediente que el partido le abrió a comienzos de año por intentar presentar una moción de censura contra el alcalde de Sestao, el también socialista Segundo Calleja, con el apoyo de la oposición, incluida EH. El dirigente socialista, secretario general del comité local de Sestao del PSE-EE, defendió desde el principio de la legislatura un gobierno municipal de colaboración con el PNV e IU frente a la postura de su partido de alcanzar un acuerdo con los populares. De hecho, el pacto con el PP se frustró a comienzos de año cuando dos concejales socialistas críticos se opusieron a la decisión y se pasaron al grupo mixto. Merino siempre ha negado que preparara una moción de censura.
Marcos Merino es el secretario general del comité local y la cabeza visible del sector que desde hace año y medio mantiene una dura pugna en Sestao contra el alcalde sobre la política municipal. El ex número dos de los socialistas vascos ha defendido desde el principio de la legislatura un pacto con el PNV e IU, frente a la postura de Calleja y la dirección del PSE vizcaíno de lograr un acuerdo de gobierno con el PP. El alcalde suscribió en enero de 2000 un pacto con los populares pero fue invalidado por el comité local, que posteriormente en octubre pasado llegó a cerrar un acuerdo de gobernabilidad con el PNV.
La confusión se cerró con un nuevo pacto con el PP a principios de año por parte del alcalde Calleja, pero que no ha logrado la mayoría suficiente porque dos ediles críticos del PSE -alineados con el comité local- se han opuesto y se han pasado al grupo mixto.
En estos meses, la dirección vizcaína del PNV comunicó a la ejecutiva del PSE-EE, a través de una carta, la existencia de gestiones por parte de Marcos Merino para desbancar al alcalde, mediante una moción de censura que pretendía lograr el apoyo de todos los partidos del Ayuntamiento, incluido EH.
Pese a que Marcos Merino y el comité local han reiterado que nunca ha impulsado la moción, el comité federal del PSOE vio indicios suficientes de la veracidad de esta iniciativa y a principios de año abrió un expediente disciplinario tanto a él como al secretario institucional de Sestao, Antonio González.
La resolución del expediente se ha demorado estos meses debido a la campaña electoral y el pacto interno de no adoptar ninguna decisión contra Merino hasta después de las elecciones. Las indagaciones de los dos instructores encargados del acta sancionadora han concluido, según fuentes socialistas, la existencia del intento de impulsar la moción, lo que se considera falta muy grave. Por ello, en las próximas semanas se notificará, según los mismos medios, tanto a Marcos Merino como a González su expulsión del PSE-EE, ante lo que los afectados pueden presentar alegaciones antes de que se convierta en definitiva.
El PSOE ya ha tomado este mes otra drástica decisión contra los dos ediles críticos de Sestao, Txema Rodríguez y Pedro Pablo Sainz, al expulsarles definitivamente de la formación socialista. Ambos fueron expedientados a finales de marzo tras romper la disciplina de voto en dos plenos municipales y, en su caso, el acta sancionadora se ha resuelto con mayor rapidez.
La incógnita
La incógnita será ahora si estas decisiones cierran la grave crisis suscitada en los socialistas de Sestao, que constituyen la agrupación con más militantes del PSE-EE de toda Vizcaya. El comité local no ha reaccionado todavía públicamente contra la expulsión de Rodríguez y Sainz, que la pasada semana estaban pendientes de recibir la notificación oficial de la expulsión definitiva.
Cuando la crisis alcanzó su punto de mayor gravedad, con la denuncia de la agrupación local contra el alcalde acusándole de pedir ayudas a empresarios para beneficio propio, dicho comité acusó a la ejecutiva provincial de actuar 'con total parcialidad ante los problemas que desde hace 17 meses existen'.
En la misiva, enviada a mediados de abril a los militantes, se reiteraba que no se ha impulsado una moción de censura contra el alcalde y se aseguraba que la expulsión de los dos concejales -que entonces aún no era definitiva- se había tomado 'por iniciativa del alcalde'.
El comité socialista de Sestao reprochaba a la dirección de Vizcaya que presentara el problema como 'la ambición personal' de Marcos Merino de 'querer ser el nuevo alcalde', que considerara la crisis 'como una lucha de poder interno en Sestao' y que actuara de 'muro de contención' ante la gestión de Calleja, 'que ha dejado a Sestao sumergido en un abandono total, ha roto el grupo municipal y ha dejado al partido en minoría dentro del Ayuntamiento'.
La carta a los afiliados sugería que la solución a los problemas que acarrea desde hace tiempo el PSE-EE en Sestao requería otro primer edil y concluía que 'para conseguirlo necesitamos seguir contando con vuestro apoyo y colaboración'.
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