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El Defensor del Menor atendió 84 denuncias de abusos sexuales en 2000

Urra destaca 'una mayor sensibilidad' social a la hora de alertar sobre estos hechos

El Defensor del Menor resalta que este tipo de denuncias ha aumentado con relación a otros ejercicios, si bien mantiene que no se debe a que ahora se produzcan con más frecuencia este tipo de casos, sino a que hay más conciencia social y se denuncian más.

Los malos tratos y los abusos sexuales fueron también asuntos abordados ayer en las Jornadas Nacionales sobre Justicia y Menores, que se celebran en Sevilla. Victoria Noguerol, psicóloga y directora de la clínica Noguerol, explicó que el abuso sexual se produce en todas las clases sociales, económicas y culturales, lo que debe servir 'para romper el mito de que esta problemática afecta únicamente a los sectores de la población más desfavorecidos'.

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Noguerol indica: 'Aunque actualmente la opinión más generalizada es que vivimos en una sociedad en exceso violenta y agresiva, en la que las ofensas sexuales parecen ser frecuentes, la realidad no es del todo así, ya que no se puede asegurar que se trate de un mal exclusivo de la época actual. La violencia sexual ha existido siempre, y en ocasiones, de modo más cruento'.

- Red de prostitución. Urra ha investigado tras una denuncia la existencia de una posible red de prostitución de menores. En dicha denuncia se manifestaba que un individuo adulto se dedicaba a mantener relaciones con menores en el barrio de Salamanca de Madrid, sospechándose la existencia de un negocio de prostitución de menores. Estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Sección de Menores de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. También se puso en conocimiento de la fiscalía la existencia de posibles abusos sexuales inferidos a menores por parte de algunos adultos del distrito de Villa de Vallecas

- Abusos en el colegio. Uno de los supuestos de abusos sexuales investigados por el Defensor del Menor se hizo a partir de la denuncia de un padre que informaba a esta institución de que su hija de ocho años era víctima de estos abusos en el centro escolar al que asistía. Estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Sección de Menores de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia.

- La denuncia de una abuela. También se recoge en el informe la denuncia formulada por la abuela de una niña de corta edad cuyos progenitores se encontraban en proceso de separación conyugal. En ella aseguraba que la pequeña estaba siendo víctima de abusos sexuales y psíquicos por parte de la familia paterna. Ante tales hechos, se recomendó a la familia de la menor que la condujera a la unidad de pediatría social del hospital Gregorio Marañón, donde, tras detectar indicios de que realmente podían haberse producido episodios de abuso sexual, dio informe de estos hechos a los órganos jurisdiscionales.

- Abusos a una minusválida. Entre los casos de abuso sexual entre iguales, se incoó un expediente a partir de la comunicación de una madre que explicó cómo su hija, con una minusvalía psíquica de un 65%, había sufrido una agresión sexual por parte de un menor de edad en el colegio de educación especial al que acudía. La madre señaló que se había iniciado el correspondiente procedimiento penal.

- Agresión sexual en el lavabo. El Defensor del Menor inició un expediente a instancias de la madre de un chaval de siete años que denunciaba que éste había sufrido malos tratos psíquicos y físicos por parte de una profesora, y agresiones sexuales por parte de un adulto cuando se encontraba en los lavabos del centro escolar al que asistía. Estos hechos terminaron en los tribunales de justicia.

- Actitud lesiva de un padre. La unidad de pediatría social del hospital del Niño Jesús alertó al Defensor del Menor del peligro que sufrían unos niños que convivían con su padre, quien mostraba actitudes lesivas para ellos. Este caso fue trasladado tanto a la autoridad judicial como a la entidad pública de protección de menores de la Comunidad.

- Abusos del director. En el hospital del Niño Jesús también se exploró a un niño de ocho años que llegó con su madre, la cual relató cómo el pequeño había sido víctima de abusos sexuales por parte del director y de un profesor del centro escolar al que acudía. Tras el examen realizado al pequeño, se comprobó que efectivamente el niño había sido agredido sexualmente.

- Incompetencia de los especialistas. Urra, en la memoria de 2000, también se refiere al escrito de queja enviado por una madre que explicaba que, tras haber sufrido su hija menor reiterados abusos sexuales, decidió acudir al Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales (CAVAS) para que recibiera tratamiento psicológico. La madre de la joven se quejaba de la 'nula capacidad técnica del centro, la falta de ética profesional y la carencia de profesionales cualificados en la asistencia a personas menores de edad'. Tras una investigación del defensor, se supo que esta entidad venía recibiendo periódicamente subvenciones y ayudas de la Comunidad de Madrid, por lo que se puso en antecedentes de lo sucedido a la titular de la Consejería de Servicios Sociales, Pilar Martínez, departamento que concedía las ayudas a esta entidad.

- Exceso de la Policía Judicial. La actuación de la Policía Judicial al practicar un registro domiciliario también fue investigada por Urra. La madre de una menor alertó de que su hija, de 15 años, podía haber sido objeto de un delito de abuso o agresión sexual. La madre, en su comunicación, relató la extralimitación de sus funciones de una agente al practicar un registro domiciliario. La mujer señaló que, mientras se efectuaba el registro, la policía se había aprovechado de su superior condición al haber sometido a la menor a un exhaustivo registro corporal vejatorio.

Un asesor del Defensor del Menor constató las graves secuelas psicológicas que estos hechos ocasionaron en la menor, en la que se detectó un elevado grado de angustia. Los hechos se pusieron en conocimiento de la fiscalía, que inició las correspondientes diligencias.

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