El Gobierno catalán no quiere una Cataluña de 'mestizaje', según Homs

La Generalitat no quiere que el resultado de las corrientes de inmigración sea una Cataluña 'de mestizaje' y que ello suponga 'la difuminación, la desnaturalización, la despersonalización de nuestra realidad como pueblo', según Francesc Homs, consejero de Economía del Gobierno catalán. Homs realizó estas manifestaciones ayer en la apertura de la sexta Jornada de Economía de la Cataluña Central, dedicadas este año a debatir el tema de la inmigración y el trabajo, que organiza Caixa Manresa.

Homs se mostró preocupado ante la posibilidad de que se impongan unas políticas en cuanto a la inmigración que impliquen tener 'una sociedad compartimentada o un mosaico de realidades' ante el modelo ideal, que, para él, es el de la integración. Para conseguir este objetivo, reclamó más recursos y más comptencias.

Después de la intervención de Homs, el delegado del Gobierno central para Extranjería e Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, insistió en que la distribución de los ámbitos de competencias en cuestión de inmigración es 'suficiente'. Intervino también en la jornada el secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, quien dijo que la dotación económica para cuestiones de inmigración es 'insuficiente'.

Homs aseguró que la política que puede llevar a cabo la Generalitat -que por ahora se limita al ámbito de la integración de los inmigrantes- quiere evitar 'la dilución de nuestra realidad que lleve a una sociedad de la que no se sepa cuál es su realidad cultural y su identificación colectiva'. El camino trazado, añadió, es el de conseguir 'una sociedad catalana que sea capaz de integrar respetando los derechos y los deberes de la población autóctona y de los inmigrantes'.

Competencias

Homs, descontento con el nivel de competencias de la Generalitat, que impide al Ejecutivo catalán su intervención en la política de cooperación internacional y en definir políticas de inmigración, pese a admitir que ello seguirá de igual manera en lo que resta de legislatura, reclamó ayer 'poder participar en la definición de los ámbitos de regulación de los flujos de inmigración'. Lo justificó precisando que no es lo mismo la inmigración de Cataluña, principalmente subsahariana, que la de Madrid, mayoritariamente procedente de Latinoamérica. La Generalitat desearía poder decidir cuánta y qué tipo de gente quiere. Homs reclamó mayor consenso social y político y no hacer demagogia con la inmigración.

En este punto, los intereses de Homs coincidieron con los del Gobierno central. Fernández-Miranda también abogó por una política que cuente con el consenso, pero hizo una defensa a ultranza de la línea que está llevando a cabo el Gobierno de Aznar.

Fidalgo, por su parte, insistió en la necesidad de la unidad de los agentes políticos e incluyó en ella a los agentes sociales y los económicos. A juicio del sindicalista, el principal problema es conjugar la oferta y la demanda de trabajo de manera que ésta sea la principal fuente de regularización, lo cual, de paso, evitaría que el potencial de trabajo de los inmigrantes fuera escaso y pasara a ser legal.