Arzalluz propone una mesa por la paz 'como en Irlanda'

El PNV administró ayer su primer día de euforia tras su victoria electoral, la mayor en unos comicios vascos, tanto en porcentaje como en número de votos, con una propuesta de 'distensión' que impulsara una negociación por la paz en la que no se excluya a ninguna formación política, 'como en Irlanda', según el ejemplo utilizado por el presidente de los nacionalistas vascos, Xabier Arzalluz. Los derrotados, PP y PSE, defendieron la recuperación de las relaciones institucionales entre el Gobierno central y el vasco.

José María Aznar envió un telegrama de enhorabuena al lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe. El Gobierno del PP lanzó mensajes a los nacionalistas vascos para recuperar las relaciones institucionales, rotas desde hace año y medio, siempre que el PNV y EA cumplan su palabra de no pactar con EH.

Arzalluz aclaró ayer que la negociación por la paz deberá iniciarse después de 'enfriar' la situación actual, dadas 'las heridas y odios' que se han despertado en la campaña electoral. En las conversaciones participarían todas las fuerzas, incluida EH.

Los socialistas rechazaron cualquier crisis en el PSE por los resultados electorales -han perdido un escaño respecto a 1998- e insistieron en descartar cualquier acuerdo de gobierno con la coalición PNV-EA.

El presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, celebró ayer el éxito de los nacionalistas vascos y el fracaso de EH, formación que perdió la mitad de sus diputados. Pujol interpretó que con los resultados electorales se abre 'un camino hacia la paz', y envió un recado al Gobierno central al declarar que se congratulaba por la victoria de PNV-EA y la 'clara, rotunda e inapelable derrota de la cruzada antinacionalista'. El portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Xosé Manuel Beiras, también se alegró por el éxito del nacionalismo contra 'el pensamiento único y sus armas mediáticas'.