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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Tráfico y carril-bus

Estos días se celebra en Madrid un congreso internacional sobre tráfico urbano. El alcalde fue a inaugurarlo y, en sus declaraciones a RNE, achacó los males del tráfico madrileño a las manifestaciones que invaden la capital. En el mismo reportaje, un experto europeo hablaba de la caótica situación del tráfico en Madrid y de la falta de vigilancia para controlar la segunda fila, verdadero cáncer de la circulación en nuestra ciudad.

Entiendo que las movilizaciones produzcan retenciones y molestias, pero también es cierto que éstas son cada vez menos concurridas y más controladas. Don José María, sin duda, no se ha detenido a pensar en el impacto que tiene en la circulación el hecho de que determinados carriles-bus estén permanentemente ocupados por coches aparcados; muchos de ellos, por clientes de restaurantes o locales cercanos. No afirmo que haya connivencia con la Policía Municipal, pero da la impresión de que no existe ni vigilancia ni mucho temor a ser sancionado.

Baste un ejemplo curioso: en la calle de Eduardo Dato, el carril- bus está ocupado desde Rubén Darío hasta la plaza de Chamberí, sede de la Junta Municipal del distrito, con competencias sobre la Policía Municipal -que debe sancionar y retirar los coches mal estacionados, sobre todo cuando se trata de un carril bus-. El carril también pasa unos metros antes por la agrupación local del PP y muestra la misma congestión de vehículos que cualquier restaurante de lujo del resto de la calle. En las noches del fin de semana, el carril-bus no es suficiente, y los clientes aparcan también en la doble fila del propio carril con total impunidad. La calle pasa de tener tres carriles a sólo uno, pero en cambio se contribuye con este pequeño sacrificio de todos a desarrollar el sector hostelero, crear puestos de trabajo y, en definitiva, a hacer de Madrid una ciudad mejor, y a sus habitantes (algunos), más prósperos.

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