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La violencia marca los comicios de hoy en Filipinas, primera prueba para Arroyo

La violencia marcó el final de la campaña electoral de los comicios legislativos que se celebrarán hoy en Filipinas, considerados una prueba fundamental para que la presidenta Gloria Arroyo, favorita según todos los sondeos, pueda afianzar su programa de reformas sociales.

Un miembro del Congreso filipino, Marcial Punzalan, y su consejero fueron asesinados el sábado en la provincia de Quezon (sur de Manila) en un atentado reivindicado por los rebeldes comunistas. Durante un ataque con granadas en el sur de la isla murieron otras 4 personas y 30 resultaron heridas, mientras que otras 5 fueron asesinadas en la provincia meridional de Sulú.

Se trata de las últimas víctimas de una oleada de violencia que ha marcado la campaña electoral filipina -la más sangrienta de la historia reciente del país-, durante la que 64 personas han muerto. Las fuerzas de seguridad del país se encuentran en estado de alerta ante los comicios de hoy.

La policía, en cambio, logró ayer que el antiguo presidente Joseph Estrada, encarcelado desde el 25 de abril acusado de corrupción, pudiese votar desde el hospital de Manila donde fue ingresado el sábado por problemas estomacales. Estrada había sido autorizado el viernes a votar en su feudo de San Juan, un barrio popular de Manila donde su popularidad permanece intacta. La policía había advertido de que podían producirse manifestaciones de sus partidarios, con el peligro de que acabasen con incidentes como los que, a principios de mes, provocaron cuatro muertos y un centenar de heridos.

Más de 36 millones de filipinos están llamados a las urnas para elegir a 13 nuevos senadores sobre un total de 24, así como a la totalidad de los 209 miembros de la Cámara de Represantes, además de los responsables provinciales y alcaldes de las 7.100 islas que forman el archipiélago.

Gloria Arroyo, que llegó al poder después de un levantamiento popular apoyado por el Ejército, espera lograr la mayoría absoluta para continuar con sus reformas económicas y lograr la legitimidad a través de las urnas. 'En realidad, las elecciones son un referéndum sobre el balance de la presidencia de Arroyo', estimó Malaya Ronas, experta en ciencias políticas de la Universidad de Filipinas. Antigua vicepresidenta, Arroyo reemplazó a Estrada el pasado 20 de enero, después de que éste se vio obligado a abandonar su puesto al estallar varios escándalos de corrupción. Todos los sondeos indican que Arroyo logrará una amplia mayoría en los comicios.

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