'Los gobernantes están intentando amordazar a la sociedad'
P. ¿El País Valenciano se convertirá en una 'ciudad red' que abarque toda la costa?R. Eso me parece terrible, en algún momento se acabará eso de que la ciudad se apropie del territorio
Trini Simó (Valencia 1935) viene trabajando en defensa del patrimonio histórico artístico valenciano desde principios de los años setenta, cuando publicó su primera obra: La arquitectura modernista en Valencia (1971). Profesora de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo en la Universidad Politécnica de Valencia, es una de las voces más cualificadas del colectivo cívico Salvem el Botànic.
Pregunta. ¿El PP ha abierto una guerra contra los movimientos cívicos?
Respuesta. Desde luego no les gusta en absoluto que haya grupos contestatarios. Sin embargo, lo que expresan estos grupos es la vitalidad social.
P. ¿Esos grupos son sociedad civil?
R. Claro, es sociedad civil, no son grupos políticos. Sin embargo, el poder político pretende callarlos o controlarlos. Eso es muy grave. Es un atentado a la sociedad. A la larga es gravísimo, porque es poner mordazas a la sociedad civil. En una política democrática, lo importante es el protagonismo de la sociedad civil para poder hablar.
P. ¿Sea del Benacantil, o del Cabanyal?
R. Este tipo de grupos, que defienden unos ideales, en este caso urbanísticos, son muy alentadores. Significa pensar que los políticos te van a escuchar y que no eres un cero a la izquierda. El no hablar es propio de la dictadura. Aquí queda mucho del resabio ese de 'no protestemos porque no sirve para nada'. Eso viene del franquismo y estos gobernantes pretenden hacer lo mismo con métodos muchos más suaves.
P. ¿La arquitectura pastelera del edifico del Banco de Valencia sería el paradigma del gusto oficial?
R. Ahora, con el paso del tiempo, acepto mejor el Banco de Valencia. No me gusta ese tipo de arquitectura, pero veo que habla de la importancia del azulejo, de la huerta feraz, aunque sea desde el espíritu de ofrendar nuevas glorias a España. Lo que están haciendo ahora tiene otro sentido, el de la monumentalidad. Uno sale de los pequeños muebles que tenía alrededor, que en el fondo no eran tan monstruosos, para ir hacia proyectos enormes y estoy hablando de la Ciudad de las Ciencias y del puente que hizo Calatrava, obras muy grandes, muy caras y aparentemente de alta tecnología. Veremos de dónde se pagan, con qué dinero se mantienen y cómo se les dota de contenidos.
P. También prolifera el jardín privado alrededor del bloque de viviendas vallado y custodiado por un guardia.
R. Esto ocurría ya en muchas ciudades norteamericanas y europeas, en barriadas que se cierran sobre sí mismas y es malo para la ciudad porque forma guetos, guetos con dinero, pero guetos. Lo importante para la ciudad es lo contrario, la recuperación de espacios, alamedas, paseos y sobre todo, plazas, que no tienen por qué ser muy grandes.
P. ¿La belleza de las ciudades europeas es ya un encanto evanescente?
R. Sí, la ciudad europea está entrando en crisis porque la presión urbanística es enorme, un urbanismo no compartido, sometido al coche. Se está importando de América el modelo de ciudad extendida, de casas adosadas. A principios del siglo XX la burguesía promueve los paseos y jardines. Evidentemente, junto a donde vive, pero siempre como espacio público. Ahora es al contrario, la burguesía quiere hacerse casas muy seguras y con las cosas estupendas dentro. Y eso para la inmensa mayoría de los ciudadanos de maravilla, nada.
P. ¿Qué le gusta de la arquitectura actual?
R. Por encima de la originalidad deberían buscarse otros valores. Por ejemplo no hacer edificios inteligentes sino ¿cómo diría?...
P. Sabios.
R. Sí, exacto, sabios, ecológicos, que tuvieran muy en cuenta la orientación, los materiales que se usan, los vientos. Si se hace así, la estética ya no es la estética por la estética, sino al servicio de algo. Y además, me parece fundamental insistir en la rehabilitación.
P. ¿El País Valenciano se convertirá en una ciudad red que abarque toda la costa? ¿Será una de esas megaciudades de las que hablan sociólogos como Manuel Castells?
R. Eso me parece terrible, en algún momento se acabará eso de que la ciudad se apropie del territorio. Ese panorama que usted pinta se basa en el turismo y en algún momento el turismo parará y se desplazará a otras zonas.
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