La Junta dispondrá desde el martes de las primeras 7.000 dosis de la 'píldora del día después'

En Andalucía, el número de abortos ha crecido un 21,4% en los últimos cinco años. Datos del año 1999 señalan asimismo que al menos 9.200 mujeres interrumpieron voluntariamente su embarazo en ese período. Además, un 19% de estos abortos corresponden a mujeres menores de 20 años. Y también resulta significativo que una de cada cinco mujeres (el 20%) de las que abortan cada año en la comunidad andaluza lo hace por segunda vez; en incluso se dan casos de mujeres que repiten 'siete y más veces' a lo largo de su vida fértil, según fuentes de la Consejería de Salud.

Estos son algunos de los argumentos que han motivado que el consejero de Salud, Francisco Vallejo, tildara ayer de 'coherente' la decisión de la Junta de dispensar gratuitamente, y sin receta previa, en todos los centros sanitarios la llamada píldora del día después. 'Para incoherente, el Gobierno', dijo, 'que por un lado reconoce los beneficios de este medicamento y aprueba su uso, y por otro obliga a las personas que lo necesitan a pedir una receta y, encima, a tener que comprarlo, cuando gran parte de la eficacia del mismo se basa, precisamente, en lo rapidez con que se administre'.

La Junta ha decidido, pues, que aquellas mujeres que, por las razones que sean -'no importa a qué hora', precisa el consejero- necesiten tomar este anticonceptivo, no tienen más que acudir a un centro sanitario, donde el médico estará obligado a dispensarle gratuitamente este fármaco de emergencia que, en ningún caso, sustituye a los métodos ya existentes de prevención de embarazo. Tampoco librará a quienes mantienen relaciones sexuales completas de contraer enfermedades de transmisión sexual o el sida si no han tomado previamente las medidas indicadas para ello.

En Andalucía hay 1.896.565 mujeres susceptibles de utilizar la píldora del día después. 'Pero siempre', repite Vallejo, 'debe considerarse esta medida como una solución de emergencia para casos extremos'. Su eficacia es del 95% si se administra en las primeras 24 horas tras la relación sexual; baja a un 85% cuando han pasado 48 horas y a un 58% al cumplirse las 72 horas del coito. Los efectos secundarios son prácticamente inexistentes aunque, en algunos casos, pueden producirse vómitos, náuseas o un sangrado menstrual más abundante.

La Consejería de Salud considera que la dispensación gratuita de la píldora del día después 'es necesaria' además de 'justa' pues no sólo va a resolver un problema grave a muchas mujeres, sino que su administración servirá también para prevenir embarazos futuros no deseados. Los médicos que atiendan a estas personas tendrán la obligación de informarles de los centros de planificación sexual existentes y de otras medidas preventivas ya existentes.

Asimismo, en el centro sanitario están obligados a explicar a quienes soliciten la píldora cómo y cuándo está indicado su uso, qué personas pueden utilizarla, los riesgos que se corren al ingerirla, quien es el médico que la prescribe y por qué, así como de las dosis exactas que debe tomar la persona en cuestión y en qué intervalo de tiempo para que su administración sea correcta y eficaz.

Dosis y administración

La llamada píldora del día después es, en realidad, la suma de dos comprimidos de 0,75 miligramos de un componente hormonal cuyo principio activo es el levonorgestrel. La primera de estas pastillas debe tomarse, por vía oral, inmediatamente después del coito y la segunda 12 horas después. Su uso está indicado para todas las mujeres en edad fértil que, por los motivos que sean, creen que pueden haberse quedado embarazadas y desean interrumpir este embarazo.

En realidad es un anticonceptivo de emergencia. Su forma de actuar varía en función de la situación fisiológica en que se halle la persona que la ingiere, pues en unos casos retrasa la ovulación, en otros evita la fecundación y en los menos puede llegar a impedir la implantación del óvulo en el útero. 'Por tanto, no puede decirse que este medicamento interrumpa el embarazo, pues, en realidad, cuando actúa no se ha producido aún', precisa el consejero de Salud.