El Ciemat alberga en su interior más de 600 toneladas de residuos radiactivos

Las obras previstas en el Ciemat de Madrid (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) para desmantelar las instalaciones consideradas obsoletas supondrán el almacenamiento y traslado de más de 630 toneladas de residuos radiactivos. La mayor parte de estos restos, considerados de baja actividad, serán trasladados al depósito subterráneo de El Cabril (Córdoba). Se trata de 618.503 kilos de hormigón, tierras y otros materiales como plomo, aluminio y resinas. En el Ciemat se quedarán 15.777 kilos de grafito, plomo y acero.

La reforma del Ciemat durará seis años. Mientras se decide el traslado, que debe autorizar el Consejo de Seguridad Nuclear, los los residuos permanecerán en la sede del Ciemat, en el campus de la Universidad Complutense, convenientemente aislados y blindados, según el director de seguridad del centro, Miguel Ángel Sánchez de Mora. La reforma comienza este año y supondrá un desembolso entre 5.000 y 6.000 millones.

La puesta en marcha del proyecto de acondicionamiento ha despertado la alarma entre los vecinos de la Dehesa de la Villa, que van a exigir al Ayuntamiento de Madrid la elaboración de un plan de emergencia para garantizar la seguridad de la población durante la evacuación de los residuos.

'En 1970 se produjo un escape de material contaminado al alcantarillado, del que aún hoy se desconoce el alcance real que tuvo', manifiesta Antonio Ortiz, de la coordinadora de la Dehesa de la Villa. De hecho, gran parte de esos residuos proceden de la zona contaminada en ese escape. 'Un área circular de unos 10 metros de diámetro y diferente grado de contaminación en profundidad y otra zona donde se han echado durante años los estériles [lo que no se usaba] de uranio natural', según Sánchez de Mora. A ello hay que unir los materiales que genere el desmantelamiento del reactor nuclear parado en 1984. Ése es el objetivo estrella de un plan de mejora, anunciado por el Ciemat en octubre de 1999 y aprobado en septiembre del año pasado: desmantelar las zonas que se han quedado obsoletas y crear una 'isla nuclear' que concentrará los departamentos de máximo riesgo. El perímetro de esta isla coincidirá con el de las instalaciones que se van a desmantelar: el reactor, dos instalaciones radiactivas y otra instalación nuclear. Esta isla estará separada del resto de las instalaciones por una valla y contará con especiales medidas de seguridad. Esa instalación es uno de los puntos que más inquietud ha creado entre los vecinos de la zona.