Las puertas del futuro consulado marroquí en Almería aparecen selladas con silicona
Los obreros que ayer tenían previsto iniciar las obras de acondicionamiento del edificio que acogerá el futuro consulado de Marruecos en Almería no pudieron realizar su trabajo al encontrarse con que las puertas del inmueble habían sido selladas con silicona. Además, en el edificio había pintadas que decían 'iros a la mierda'.
El consulado tendrá su sede en Pescadería, un conocido barrio de la capital almeriense habitado, principalmente, por personas que viven de la mar.
La decisión de que el consulado de Marruecos en Almería se instalara en el barrio de Pescadería desató el descontento de una parte de los vecinos que hicieron movilizaciones de protesta.
Capitaneados por la asociación de Parados y Vecinos hacia el Futuro de Pescadería-La Chanca, decenas de vecinos han manifestado en los últimos meses su oposición a la apertura el barrio de un consulado de Marruecos.
Hasta el momento no se sabe quiénes han podido ser los autores del incidente que ayer impidió el inicio de la obras de remodelación del edificio.
La postura de parte de los vecinos del barrio sigue clara. 'Seguimos estando en contra de que el consulado se instale aquí porque no creemos que sea el sitio adecuado. Ya hemos recogido 2.800 firmas y estamos dispuestos a hablar con quien sea para decir cuál es nuestra postura', manifestó ayer Luis Delgado, portavoz de la asociación de Parados y Vecinos hacia el Futuro de Pescadería-La Chanca.
No obstante, ésta no es la opinión mayoritaria del barrio. Representanes de otras asociaciones de vecinos de Pescadería, como La Traiña, están conformes con la instalación del consulado de Marruecos en su barrio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.