_
_
_
_

Los guionistas de Hollywood aplazan su decisión sobre la huelga

Productores y escritores negocian en un clima optimista aunque marcado por el secretismo

El martes, fecha en la que acababa el actual contrato entre la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) y el Sindicato de Escritores (WGA), los dos bandos estuvieron reunidos durante 17 horas seguidas, hasta pasadas las tres de la madrugada, hora de California (mediodía de ayer en la Península).

La posibilidad de una huelga ha provocado escalofríos en el negocio del cine no tanto por el hecho de que los 11.000 miembros del WGA ya no manden sus folios, sino por la posibilidad de que siga su ejemplo el sindicato de actores, con 135.000 afiliados. A éstos también se les acaba el contrato con los productores a finales de julio. Las negociaciones, que dependen mucho de lo que pase estos días, empezarán a mediados de mes.

Más información
El guión más duro de Hollywood

Ninguna de las partes ha querido adelantar noticias, pese al despliegue de la prensa norteamericana que acampa noche y día frente a la sede del WGA, en la avenida de Fairfax, donde se lleva a cabo el pulso que tiene a Hollywood en vilo desde hace meses. 'Estamos trabajando duro para conseguir un acuerdo', se limitó a decir de madrugada la portavoz del sindicato, Cheryl Rhoden. Pero algunos comentarios extraoficiales hacían prever que el acuerdo estaba a la vista y que se estaban ultimando los detalles de un nuevo acuerdo marco para los tres próximos años.

Reivindicaciones

Las reivindicaciones de los guionistas son sencillas: quieren más dinero. Exigen aumentar el porcentaje que cobran de la difusión de sus obras en mercados hasta ahora considerados como secundarios: la televisión por cable, las ventas en vídeos, la distribución al extranjero y, en un futuro muy próximo, a Internet. Los autores también quieren un mayor reconocimiento de la industria, una queja tradicional que se ha convertido en uno de los temas principales de su trato (o maltrato) con los productores. Los guionistas quieren acceder a los rodajes y tener algún tipo de control sobre lo que han escrito, una vez entregado el material.

Las últimas noticias seguían cifrando en 100 millones de dólares (cerca de 20.000 millones de pesetas) la diferencia entre las propuestas de los dos bandos. Según Los Angeles Times, los autores habrían conseguido un aumento del 3% en el porcentaje mínimo que reciben por la difusión de sus obras.

La ciudad de Los Ángeles, que ya sufre el caos de su mercado eléctrico -lo que provoca ocasionales cortes de luz y bastante desánimo-, seguía temblando ayer con la idea de un parón en Hollywood. Aunque la ciudad lleva desde mediados de abril en paro técnico, fecha en la que empezaron a agotarse los proyectos, los efectos de un posible conflicto empezarán a sentirse de verdad a mediados de mes, aunque no todo el mundo se verá afectado por igual. Los estudios más antiguos, que pueden recurrir a material de archivo o ya han almacenado suficientes películas para resistir durante un año, afrontan la huelga con relativa tranquilidad. Productoras como Dreamworks, que, pese a los millones de Steven Spielberg, sólo lleva ocho años en el mercado, no tienen el mismo margen de maniobra. Lo mismo pasa con los guionistas. John Wells, el jefe del WGA, tiene el colchón económico de las series de éxito que ha producido. El resto de los profesionales que viven del cine, desde el electricista hasta el maquillador, lo tienen más complicado.

Barbara Brogliatti (a la izquierda), representante de los productores de cine y televisión, y Cheryl Rhoden, portavoz de los guionistas, ayer, tras la reunión que mantuvieron en Los Ángeles.
Barbara Brogliatti (a la izquierda), representante de los productores de cine y televisión, y Cheryl Rhoden, portavoz de los guionistas, ayer, tras la reunión que mantuvieron en Los Ángeles.AP

Negociadores estrella

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_