Generalitat y Ayuntamiento acercan posiciones en el conflicto del Lliure

Vilajoana y Mascarell se reunieron el lunes por la tarde en el Palau Marc, sede del Departamento de Cultura. El concejal hizo ayer una lectura positiva del encuentro y manifestó su impresión de que la Generalitat modificará su posición sobre el Lliure. 'Creo que sí, que pondrán más recursos y que firmarán el contrato programa', dijo Mascarell. El responsable municipal de Cultura señaló que Josep Montanyès, director en funciones del Lliure, está al corriente de las conversaciones entre el Ayuntamiento y la Generalitat y, 'por supuesto, está muy contento'.

El Teatre Lliure tiene a punto su nueva sede, en el Palau de l'Agricultura de Montjuïc, pero no puede trasladarse a ella hasta que las administraciones que lo subvencionan (Generalitat, Ayuntamiento y Diputación de Barcelona y Ministerio de Cultura) acuerden sus respectivos porcentajes para la nueva etapa. Cuando, a finales de marzo, la Generalitat se desmarcó de la larga negociación sobre el contrato programa del Lliure (el documento que estipulará los compromisos mutuos entre el colectivo y las instituciones) y fijó unilateralmente su aportación en 112 millones de pesetas, dimitió el director del teatro, Josep Montanyès, y afloró la crisis. Posteriormente, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona trataron de reorientar la situación y propusieron firmar ellos solos con el Lliure el contrato programa, ofreciendo incrementar su aportación conjunta hasta 200 millones. De paso, propinaron un varapalo a la política teatral de la Generalitat. El Lliure decidió no aceptar la oferta, considerando que su independencia y su futuro sólo se garantizan con un pacto suscrito por las cuatro administraciones. Y las emplazó para una reunión el próximo día 17.

A finales de la semana pasada, la Generalitat ya dio muestras de deshielo y el propio Vilajoana manifestó estar abierto al diálogo, sin descartar el incremento de la dotación económica. 'Diputación y Ayuntamiento hemos puesto un papel sobre la mesa', dijo ayer Mascarell en referencia al borrador de contrato programa que presentaron al Lliure con su nueva oferta económica. 'Ahora la Generalitat ha de decir qué quiere añadir o quitar a ese papel, o al que hizo en su día el propio Lliure. Hay que hacer un papel conjunto para presentar al Lliure el día 17'. Sobre qué tipo de modificaciones hará la Generalitat, Mascarell apuntó que no ve 'grandes diferencias ni matices' entre lo que le dijo el consejero y los borradores de contrato programa. Tanto el borrador del Lliure como el que ofrecieron el Ayuntamiento y la Diputación incluyen el control económico del Lliure por parte de las administraciones y la creación de una comisión artística con representación de todo el sector teatral que asesore al director del colectivo.

Sobre la inauguración del nuevo Lliure, prevista inicialmente para el 26 de septiembre pero en entredicho por la crisis, Mascarell dijo que entiende que Montanyès no quiera precipitarse, pero añadió que 'nadie entendería que estuviera demasiado tiempo cerrado un local que ya está acabado'. Y apuntó que debería abrirse a inicios de temporada, en septiembre u octubre. 'En todo caso', puntualizó, 'eso lo ha de decidir el propio Lliure'. De las descalificaciones que ha vertido contra él Lluís Pasqual, quien le achaca que obstaculizara su labor cuando dirigía el teatro y proyectaba la Ciutat del Teatre, Mascarell manifestó que no comparte 'la teoría del chivo expiatorio' ni se dejará arrastrar al terreno de lo personal. 'Mi trabajo es buscar soluciones a la cuestión del Lliure', agregó.