'Se está intentado despolitizar la solidaridad'
El profesor de la Universidad del País Vasco Javier Monzón (Basauri, 1968) denuncia la 'solidaridad indolora' que silencia las conciencias durante justamente el tiempo que dura una imagen de dolor en la televisión. Miembro del grupo Taldez-Talde, que trabaja en la formación y asesoramiento de asociaciones de tiempo libre y animación, participó recientemente en San Sebastián en las II Jornadas de Voluntariado Social.
P. ¿A qué llama usted 'solidaridad indolora'?
R. Para ser realmente solidario hay que unirse a la injusticia que sufre el otro, denunciar la situacíón y organizarse para transformarla, y pocas iniciativas cumplen estos requisitos. Existe mucha solidaridad indolora, que consiste en que, después de conmoverme cinco minutos, apago la televisión y ni me acuerdo, o en pagar mi cuota a una ONG para tranquilizar mi conciencia y no hacer más. Hay mucha solidaridad de sillón, de esa que estás viendo un telemaratón y dices 'qué pobres, ya les doy yo algo para aliviar su situación', pero luego apago la tele y no cambia nada en mi vida. Me pone un poco enfermo.
P. Pero cada vez se habla más de solidaridad y las sociedades se sienten más solidarias.
R. La sociedad es cada vez más individualista, pero a la vez se habla más de solidaridad y parece que hay más iniciativas, y eso es contradictorio en sí mismo. Se está utilizando el lenguaje, las estrategias y los espacios de solidaridad para otras cosas. Me parece que se está frivolizando y eso es muy tendencioso, porque se está intentado despolitizar la solidaridad. La solidaridad, en realidad, es una acción política no partidista, pero política.
P. Sin embargo, la tendencia de los movimientos sociales es la contraria, desligarse de las siglas políticas. Las ONGs sustituyen a los partidos.
R. Sí, yo creo que hay una especie de huida desde lo político. Pero, como ya no hay huidas desde lo ideológico, todo lo que suene a utopía, a ideología, a idearios, suena mal. Es como la adolescencia; se dice que se pasa con la edad, y mientras se va pasando lo usamos para nuestro beneficio.
P. ¿Se puede ser solidario con el Tercer Mundo y ciego con necesitado el que está al lado?
R. Desde luego, eso es lo que ocurre. Hay muchas ONG, y también particulares, muy sensibles con lo que pasa a 10.000 kilómetros y no ven las situaciones de injusticia de su barrio. En estos momentos hay una especie de afirmación de lo individual.
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