Mi destitución en SODERINSA

Deseo con esta carta mostrar la otra versión de mi destitución, a propuesta del señor alcalde de La Rinconada, como consejero de SODERIN, empresa municipal de este pueblo.

A falta de verdaderos motivos que justifiquen mi expulsión, el señor alcalde me acusa de 'actitud poco cooperante, partidista y de bloqueo permanente' en la empresa, a lo que quisiera dar la debida respuesta.

En cuanto a mi supuesta 'actitud poco cooperante y de bloqueo permanente', quisiera manifestar que de las propuestas que he tenido la ocasión de votar en los dos únicos consejos a los que me han dado la posibilidad de asistir, tan sólo una vez he votado en contra: la que estaba relacionada con el modo en que esta empresa lleva a cabo la contratación de sus trabajadores, ya que la postura de IU en este asunto siempre ha sido la de dar la mayor transparencia a estas contrataciones a través de una comisión local de empleo y las mismas oportunidades a todos los rinconeros y rinconeras, algo que, aseguro, comparten con nosotros muchos ciudadanos de este pueblo. También quiero poner en público conocimiento que este ex consejero firmó las cuentas de la sociedad para que éstas siguieran su trámite, incluso después de saber con certeza que iba a ser destituido. Ahí sí que podía haber hecho uso de mi posibilidad de bloqueo y no lo hice.

En cuanto a mi 'actitud partidista', baste recordar al señor alcalde que este ex consejero nunca ha asistido a los consejos de SODERINSA a título individual, sino en representación de los hombres y mujeres que en La Rinconada conformamos IU, elevando a esa empresa las propuestas y preguntas que elaborábamos de forma colegiada, entre las que estaba la creación en la sociedad de una comisión de contratación en la que tuvieran representación todos los grupos políticos y los sindicatos de esta localidad, ya que la comisión local de empleo ha sido suprimida recientemente y de una forma unilateral por el señor alcalde.

Por todo esto tengo el convencimiento de que el verdadero motivo de mi cese hay que buscarlo en esos 'importantes encontronazos con la presidencia', y que aseguro se produjeron en defensa de los insultos y ataques personales del señor alcalde hacia este ex consejero -llamándome, en un tono excesivamente airado, títere y déspota, entre otras florituras verbales-, algo a lo que nos tiene acostumbrados los que tenemos 'la mala fortuna' de disentir de sus planteamientos. Esto se hace ostensible en el acta de la sesión en que se votó elevar mi reprobación a la junta general.

Quiero recordar al alcalde, que no intente manipular: IU 'estima oportuno', en bien de la representatividad democrática, de los que depositaron en ella su confianza y en bien del conjunto de los ciudadanos de este pueblo, continuar con representación en el consejo de SODERINSA, para lo cual ya ha designado -sin necesidad de esperar hasta junio- a un representante que ha sido rechazado por el grupo mayoritario que preside el señor Abad, a sabiendas de que con esto están incumpliendo un artículo de los estatutos de la sociedad y una premisa básica del sistema democrático: el derecho de las minorías a manifestar su opinión. De manera que, a quien se reprueba no es a este ex consejero, sino a toda la organización, porque ¿de verdad cree el señor alcalde que en IU le vamos a permitir que sea él quien nombre a nuestro consejero?-