Hace 25 años

Hace 25 años, precisamente, Víctor Manuel y Ana Belén, por entonces pertenecientes al Partido Comunista, estaban grabando una cinta titulada Canciones para la Libertad.

Era un trabajo encargado por el Comité Central, y la dirección del mismo corrió a cargo de Teddy Bautista, también militante comunista, al igual que todos los artistas participantes, entre los que estaba, por ejemplo, Rosa León.

La grabación se realizó a altas horas de la madrugada en unos muy prestigiosos estudios de Alcorcón. Teddy dispuso todo de forma que no hubiera sorpresas desagradables durante la noche. Podía llegar en cualquier momento la Guardia Civil o la policía. Por eso, el canario sabio estableció una serie de cables de seguridad y control.

Por si irrumpían las fuerzas policiales, los cantantes tenían preparadas partituras con temas de Antonio Machín, por ejemplo Angelitos negros y Camarera de mi amor.

Pocos días antes de aquella memorable grabación (que constituyó un gran éxito de ventas, aunque siempre de forma clandestina), Víctor Manuel fue retenido en el cuartelillo de la Guardia Civil de Ciempozuelos (Madrid). Fue tras un recital organizado por los comunistas locales y que se celebró en el salón de actos del manicomio. El sargento preguntó a Víctor: '¿Dónde están los otros miembros de su conjunto?'. El asturiano contestó: 'Mire usted, señor, eso es cosa suya de usted, dicho sea con todo respeto, porque yo no tengo ningún grupo. Digo yo que, a lo mejor, los restantes artistas de la función huyeron de la quema, y si te he visto no me acuerdo'.

Mientras ocurría el interrogatorio al asturiano, su esposa y el resto de los artistas estaban apostados en un bar, justo a 20 metros del cuartelillo, acompañados por la dirección local de los comunistas y por buen número de ciudadanos que esperaban con cierto resquemor y que luego estallaron en una sonora carcajada cuando el cantante entró al bar y dijo suavemente a su esposa: 'Vámonos, que tengo hambre y la Guardia Civil no ha logrado quitármela'. Víctor es así.