Schumacher restablece la jerarquía

El orden ha sido restablecido. Michael Schumacher y Mika Hakkinen, o lo que es lo mismo, Ferrari y McLaren, compartirán hoy la primera fila de la parrilla de salida del Gran Premio de España. Al final de las pruebas de calificación sólo 0,08 segundos separaban la mejor vuelta del finlandés de la del alemán. Sin embargo, el modo en que el actual campeón del mundo realizó su mejor tiempo dejaba clara su supremacía en el circuito catalán.

Schumacher fue el último piloto en salir a rodar y marcó por primera vez el mejor tiempo casi a la mitad de la sesión. Hasta ese momento el escocés David Coulthard (McLaren-Mercedes) había sido el más rápido con un tiempo de 1m 18,635s que Schumacher bajó en casi medio segundo. El alemán volvió a salir con su segundo juego de neumáticos y dejó el listón en 1m 18,201s, más de dos segundos por debajo que su mejor vuelta del año pasado.

Hakkinen esperó al último instante para intentar robarle la pole position. Su última vuelta cronometrada se inició segundos antes de que la bandera a cuadros diera por acabada la sesión. El finlandés voló, pero no fue suficiente. Luego confesó que había decidido desconectar el control de tracción para esta vuelta rápida, el elemento supuestamente determinante en este gran premio, que en realidad parece haber colocado a los dos grandes de nuevo en su sitio.

Schumacher consigue así la pole position número 36 como piloto de fórmula 1 desde su debú en Bélgica de 1991 y la cuarta en Montmeló, y Hakkinen estará a su lado. Coulthard consiguió el tercer mejor tiempo y ocupará la segunda fila junto al brasileño Rubens Barrichello (Ferrari). Ralf Schumacher, vencedor del último gran premio, salvó ayer el honor de BMW Williams y de los neumáticos Michelin, que debieron inclinarse ante Bridgestone. El hermano pequeño del campeón del mundo hizo el quinto mejor tiempo y ocupará la tercera línea junto al italiano Jarno Trulli (Jordan-Honda). Otros dos pilotos con motor Honda, Jacques Villeneuve (BAR) y Heinz-Harald Frentzen (Jordan) ocupan la cuarta fila. El sorprendente finlandés Kimi Raikkonen, de sólo 19 años, y su compañero en el equipo Sauber, el alemán Nick Heid-feld, la sexta. Mala jornada para Prost, Jaguar y Benneton.

Todos los pilotos que ocupan la primera mitad de la parrilla de salida utilizaron ayer los cuatro juegos de neumáticos que tenían a su disposición. Excepto Michael Schumacher al que sólo le hicieron falta tres, y el último de ellos no llegó ni a gastarlo, ya que entró en boxes en su segunda vuelta. El piloto alemán no escondía su satisfacción por la recobrada competitividad de Ferrari. 'Volvemos a tener un buen coche', dijo, 'sabía desde el principio que iba a ir bien. Tengo el presentimiento de que todo va a ir bien en la carrera, después de lo que hemos trabajado durante el fin de semana'.

Los neumáticos

Los neumáticos Michelin, que ganaron en San Marino, no parecen adaptarse igual de bien al trazado catalán, aunque Pierre Dupasquier, responsable de la marca francesa, lo minimizara recordando que 'los neumáticos no lo son todo' y que 'un equipo se compone de muchas más partes'. Pero el equipo Wi-lliams, que monta Michelin, ha padecido todo el fin de semana de subviraje (el coche se va de frente en las curvas) y eso es algo que el circuito de Montmeló no perdona. El quinto tiempo de Ralf Schumacher contrasta con el duodécimo del colombiano Juan Pablo Montoya.

La sopresa de ayer, sin embargo, fue la diversa suerte de los dos pilotos españoles en liza. Si el viernes, Pedro Martínez de la Rosa -que en Barcelona vuelve a la fórmula 1 gracias a la plaza dejada vacante por Luciano Burti en el equipo Jaguar- había dado la sorpresa haciendo el séptimo mejor tiempo, ayer todo le salió mal y saldrá en la penúltima fila de la parrilla tras no logran más que el 20º tiempo.

La mala suerte parece perseguir al piloto catalán en su tierra. En los entrenamientos libres de primera hora de la mañana, cuando salía de boxes, se le rompió la dirección y acabó chocando contra el muro de protección y dejando el coche inutilizado. Para la sesión de calificación se vio obligado a utilizar el de reserva. Nada más salir a la pista comprobó que los frenos traseros no estaban conectados lo que le obligó a entrar de nuevo. En su siguiente salida, los sensores del diferencial estaban rotos.

El asturiano Fernando Alonso era la otra cara de la moneda. El joven piloto de Minardi, el equipo cenicienta de la fórmula 1, volvió a sorprender a todos con su actuación. Pese a no haber rodado ni un sólo kilómetro durante el invierno en Montmeló, como es el caso de todas las demás escuderías, Alonso se permitió ayer el lujo de situarse en la 18ª posición, por delante de los dos Benneton-Renault, de De la Rosa y sacarle dos segundos a su compañero de equipo el brasileño Tasio Marqués.

Pese a que la jornada no comenzó bien para Alonso, que rompió el motor en la primera sesión, los reglajes de la segunda resultaron ser los adecuados. Afortunadamente los problemas que tuvo en la sesión libre, que le obligaron a cambiar el motor, se solventaron para la sesión cronometrada.