Poculum amoris
Se abrió la 23 edición del festival Ensems con una partitura encargada a Ramón Ramos por el Instituto Valenciano de la Música: Poculum Amoris, para orquesta y coro. Estructurada en tres secciones, se plantea en ella una alternancia de atmósferas donde lo demoníaco desemboca en un clima menos agitado que volverá, después, a los inquietos parámetros iniciales. Pueden percibirse en la obra ecos de Penderecki, Nono y hasta del mismísimo Stravinski, ensamblados con soltura dentro de un conjunto coherente donde la madera percutida cobra un certero protagonismo.
Estuvieron muy bien trabajadas, tanto en el ámbito compositivo como en el de la interpretación, las transiciones entre lo vocal y lo instrumental, que se efectuaron sin solución de continuidad, consiguiendo que el canto surgiera imperceptiblemente del sonido orquestal y que éste, a su vez, naciera del texto cantado, eliminandose así la más mínima frontera entre ambos.
Ensems
Orquesta de Valencia. Cor de la Generalitat Valenciana. Joan Cerveró, director. Itxaro Mentxaca, mezzosoprano. Obras de Ramón Ramos, Luciano Berio e Igor Stravinski. Palau de la Música. Valencia, 27 de abril.
El Cor de la Generalitat Valenciana se desenvolvió con una soltura que revela solera en la interpretación de la música actual. A destacar también la economía en el minutaje exhibida por el compositor de Alginet, doblemente valiosa en unos tiempos donde no parece haber relación entre el material y el tiempo que se ocupa en desarrollarlo.
Las deliciosas canciones de Luciano Berio (Folk song, para soprano y orquesta) resultaron un adecuado contrapunto -efectivos orquestales reducidos, textos populares frente al binomio Horacio-Apuleyo, carácter más ligero y variopinto- a la también hermosa obra de Ramos. Berio consigue en este delicado recorrido por diferentes parajes folclóricos, fundir lo popular con lo culto, lo antiguo con lo moderno, lo tradicional con lo renovador. Cerveró y la Orquesta de Valencia captaron a la perfección el sentido de cada una de las canciones. A Itxaro Mentxaca, sin embargo, se la ha escuchado otras veces en mejor forma. De todas maneras, no parecen estas páginas las más adecuadas para su instrumento, ni por el registro ni por el carácter.
Para acabar se hizo La Consagración de la Primavera, que no fue lo más logrado de la sesión, a pesar del ajuste métrico conseguido en la primera parte y de la claridad con que se mostró el tejido orquestal. La polirritmia y el desplazamiento de acentos no se efectuaron con la seguridad y la convicción necesarias, faltó tensión en las dos introducciones, y algunos tempi resultaron más lentos de la cuenta.
Bien estuvo, sin embargo, como introducción a un festival de música contemporánea: es, quizás, la obra más hermosa de todo el siglo XX, y nunca nos cansamos de escucharla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.