Las plataformas antitrasvase increpan a Pujol y le comparan con Figo y Felipe V
El preisdente de la Generalitat es abucheado de nuevo en las comarcas del Ebro por su respaldo al plan hidrológico
Las comarcas del Ebro, tradicionalmente uno de los feudos más seguros de Convergència i Unió (CiU), se han convertido en una auténtica pesadilla para todos los dirigentes de la coalición que las visitan, debido a su respaldo al PHN, ratificado esta misma semana en el Congreso de los Diputados. El conseller en cap, Artur Mas, y el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, han sido recibidos con abucheos en las últimas semanas y ni siquiera Pujol ha logrado escapar del rapapolvo.
Pujol ya fue increpado el mes pasado en Amposta (Montsià) y Tortosa (Baix Ebre). Ayer volvió a la zona, sólo dos días después del voto favorable de CiU al PHN a cambio de inversiones para las comarcas del Ebro, y se encontró de nuevo con un recibimiento hostil. Los miembros de las plataformas ciudadanas en defensa del Ebro, que hoy volverán a manifestarse en Amposta y Tortosa, le aguardaban con las espadas en alto, provistos con pancartas que ponían en duda el catalanismo que Pujol dice profesar.
'Jorge' y 'botifler'
El presidente de la Generalitat no pudo verlas, tal fue la celeridad con la que entró en la sede del Consejo Comarcal de la Terra Alta, pero las pancartas que las plataformas lucían en la protesta acusaban a CiU de traición al oponerse primero al PHN en el Parlament de Catalunya para luego apoyarlo finalmente en Madrid: 'Traidor, botifler, eres peor que Felipe V', rezaba una pancarta, en referencia al Rey más denostado por los nacionalistas catalanes por el Decreto de Nova Planta que suscribió en 1716.
Los lemas de las pancartas eran implacables: 'Las tierras del Ebro saludan a su caudillo y salvador del PHN, al muy honorable Jorge Pujol y Soley [escrita en castellano]'. Algunos manifestantes llegaron incluso a entonar irónicamente el Cara al Sol y mostraron tarjetas rojas para evidencar la máxima condena al presidente.
La protesta, según explicó el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebre, Ángel Aznar, debía ser pacífica para demostrar que el movimiento antitrasvase es 'cívico', pero duro al mismo tiempo: 'Ni Lluís Companys ni Josep Tarradellas vendieron las tierras del Ebro, y eso es algo que [Pujol] tendrá sobre su conciencia', añadió.
El portavoz de la Plataforma de la Ribera d'Ebre, Toni Borrell, recordó la intención de las organizaciones ciudadanas y ecologistas contrarias al PHN de no darse por vencidos con su aprobación en el Congreso y llevarlo a las instancias judiciales y políticas europeas. 'Buscaremos el apoyo de diputados suecos o alemanes, cuya cultura del agua es más sostenible', afirmó.
Parques eólicos
Borrell hizo un llamamiento a la población a participar en la manifestación convocada para hoy 'y denunciar el pacto del hambre del PP y CiU, para la que el plan ha sido una moneda de cambio para la próxima financiación autonómica'.
La protesta, que se realizó ante un gran dispositivo de seguridad por parte de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil -los primeros llegaron a grabar a los manifestantes-, no se limitó únicamente al PHN, sino también a los proyectos de implantación de parques eólicos en espacios naturales y a los planes de construcción de centrales térmicas. Así, de forma simbólica, las plataformas instalaron un molino de viento y lo bautizaron como parc de l'embutxacada.
Las protestas se habían iniciado a mediodía en Corbera d'Ebre, donde un centenar de personas recibieron a Pujol en silencio. El presidente de la Generalitat puso la primera piedra del Museo de la Batalla del Ebro y reclamó que las discrepancias ante el PHN no lleven a una fractura social.
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