Piqué solicita explicar al Congreso su gira por Oriente Próximo

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha pedido comparecer con urgencia ante el Congreso de los Diputados para explicar su viaje a Oriente Próximo, cuando todavía persisten los ecos de la polémica por su comparación del terrorismo en Israel y en el País Vasco. La solicitud fue recibida ayer por la mañana en la Carrera de San Jerónimo, apenas 12 horas después de que el ministro aterrizara en Madrid y casi al mismo tiempo en que volvía a comentar el asunto en sendas declaraciones a Radio Nacional y Onda Cero.

Las controvertidas manifestaciones fueron efectuadas por Piqué el pasado martes en Jerusalén donde, para expresar la solidaridad de España con Israel frente al terrorismo, dijo: 'El Gobierno de Israel sabe que cuando España condena este tipo de actos no lo hace por uso diplomático, sino porque sale del corazón de los españoles. Hay una minoría totalitaria en el País Vasco que no acepta que España sea un país democrático y libre. Puede haber gente en el mundo árabe con esa mentalidad totalitaria que no acepte la existencia del Estado de Israel'.

El ministro de Exteriores hizo estas declaraciones como introducción a la rueda de prensa que celebró con su colega, Simón Peres. Éste no insistió en el tema del terrorismo durante el almuerzo que precedió al encuentro informativo, según fuentes conocedoras de la reunión, pero el presidente de Israel, Ezer Weizman, sí se había quejado a Piqué por la mañana de la falta de apoyo europeo a Israel frente a ese fenómeno. Por la tarde, tras la rueda de prensa, el primer ministro, Ariel Sharon, reiteró tanto esa protesta que Piqué le dijo que sus palabras resultaban inaceptables.

Cuatro horas, dos reacciones

Durante los preparativos del viaje, el ministro había sido advertido de que los dirigentes de Israel tienden a comparar su problema de seguridad con el terrorismo en el País Vasco, por mucho que España haya rechazado siempre cualquier paralelismo.

El miércoles en Ammán, capital de Jordania, hacia las nueve y media de la mañana en España, Piqué fijó una primera posición ante la polémica desatada por sus palabras, al declarar su 'sorpresa' porque 'alguien pueda imaginarse al ministro de Exteriores de España sin condenar atentados indiscriminados en las puertas de las escuelas'. 'Si alguien se sorprende de que condene el terrorismo en estos términos, es que no entiende lo que es el proceso de paz en Oriente Próximo', dijo.

Cuatro horas más tarde, en Beirut (capital de Líbano), Piqué quiso volver a declarar: 'Me parece tan evidente que son situaciones que no tienen absolutamente nada que ver [las de Israel y el País Vasco] que no entiendo que se puedan hacer este tipo de comparaciones. En cualquier caso, lo lamento y pido excusas'.

Entre esta posición conciliadora y la primera, descalificadora de los críticos, el presidente del Gobierno, José María Aznar, había manifestado en Madrid que 'no tiene nada que ver la situación en el País Vasco con la que se puede producir en Palestina'.