Vuelve el rock

No es que, de repente, los componentes del grupo La Habitación Roja hayan descubierto a MC5, Stooges y otras bestias pardas del rock de semejante pelaje. No. Sin embargo, los valencianos han decidido dar un viraje (sin ruptura, ojo) a su carrera, que, aún a riesgo de levantar alguna ampolla entre el sector más lánguido de su audiencia, pasa por reivindicar la pureza y rebeldía del rock ('más como actitud que a nivel musical', precisan) y, de paso, profundizar en la búsqueda de un lenguaje propio que evite las comparaciones más evidentes (y, claro, molestas) y en el que confluyan sin traumas las distintas facetas, pasiones y ambiciones de la banda: 'Queremos vender discos, tocar en salas de aforo cada vez mayor y ganar dinero con nuestra música, pero no estamos dispuestos a conseguirlo a cualquier precio. Queremos poder mirarnos cada mañana en el espejo y reconocernos sin sentir vergüenza de nosotros mismos', explica el cantante y guitarrista Jorge Martí. 'Hacen falta grupos con actitud, que tengan cosas que decir.

Atrás queda, pues, la inocencia y frescura de su primer álbum (el prometedor La habitación roja) y los excesos (en cuanto a tristeza, oscuridad y hasta minutaje) de Largometraje. O no exactamente así. Pau Roca (guitarra), José Marco (batería), Eduardo Martínez (teclados), Jorge Martí y el último fichaje del grupo, Mark Greenwood (bajo), han intentado conjugar las virtudes de ambos elepés para modelar las canciones de su último trabajo discográfico, titulado Radio y a la venta a partir del próximo día 3 de mayo. 'Hemos hecho el disco que nos apetecía. Tiene momentos densos (como El cuarto azul o Aquellos maravillosos años) y otros muy rabiosos, potentes, de guitarras con mayúsculas. No obstante, con más o menos rabia, lo que sigue en pie es nuestra búsqueda de la belleza en la música, el concepto de 'canción bonita', que no tiene porqué estar reñido con la potencia, la energía...', dice el cantante. El responsable de unir las diferentes piezas en el estudio para obtener el sonido deseado ('más americano que británico', según los músicos) ha sido el productor Pablo Iglesias. Además, La Habitación Roja ha contado con la colaboración del percusionista Dani Cardona (miembro de Una sonrisa terrible) y de la violinista Eva González.

Juntos han confeccionado un álbum maduro, sincero, espléndido y, ya desde su mismo título, deliberadamente crítico con el mundo que les rodea. El tercer álbum del grupo ha ido también acompañado de otros cambios: el sello zaragozano Grabaciones en el mar sumó esfuerzos (y presupuestos) con el madrileño Astro para hacer frente a la grabación, publicación y promoción de Radio, y la agencia Antípodas se hizo con la representación de los valencianos. 'Es gente que quiere ganar dinero con nosotros, pero que si no lo consigue seguirá estando de nuestro lado. Por encima de todo son fans de La Habitación Roja', señalan.

De momento, la presentación en público de Radio ha comenzado con una pequeña gira acústica que el pasado jueves arrancó en el colegio mayor Lluís Vives de Valencia. Durante junio actuarán por las principales ciudades del país junto a los míticos Luna y, a principios de agosto, antes de emprender una nueva gira, participarán en el Festival Internacional de Benicàssim como cabezas de cartel nacionales. El futuro no ha hecho más que empezar.