Sobre el himno de Madrid
Cuando he leído la columna de don Ricardo Cantalapiedra (8/4/2001) sobre el himno de Madrid me he quedado perplejo y sin poder entender su contenido. ¿Podría tratarse de una conjura para quitar el himno? En tal caso, ¿qué es lo que molestaría a nuestros talibán: los bellos versos de Agustín García Calvo o la logradísima música del maestro Sorozábal?
Por otra parte, la agresividad contra el príncipe Galín pasa de lo razonable. Juan Mari Solera es una persona conocida por su generosidad, a la que debemos muchos madrileños el conocer el himno de Madrid.
También es sabido que jamás ha vivido de ningún presupuesto y sí ha sido víctima de la Administración de su Galicia. Su honestidad y su lucha en la resistencia contra la dictadura son motivos añadidos para tratarle con más consideración y respeto.
Y aquí es donde se me hace la luz: don Ricardo Cantalapiedra intentó ser uno de esos cantantes que pretendía vivir de eso. No lo consiguió. Cualquiera que compare su voz con la del príncipe Galín podrá de inmediato entender el contenido de su columna.
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