Redondo garantiza que no cerrará "pactos de trastienda" tras el 13-M

Cambio y Libertad. Son las dos palabras elegidas por el PSE-EE para esta campaña a las que ayer el candidato socialista y el líder del PSE de Vizcaya, Patxi López, juntaron la palabra vota. Todo al lado de la ría de Bilbao. Un cambio "tranquilo" y la libertad "para que los concejales vascos de los partidos democráticos no sean héroes", para que los profesores "no se tengan que exiliar" y para que los empresarios se dediquen a "lo que tienen que hacer, crear riqueza".

El pistoletazo de salida de la campaña fue convertido por Redondo en el "comienzo de la cuenta atrás" para el "cambio sin revancha". El candidato socialista reiteró su idea de cambio tranquilo para profundizar el autogobierno vasco y sobre todo para poner todas las energías en el objetivo prioritario del próximo Ejecutivo: activar todos los instrumentos para luchar contra ETA y aumentar la seguridad en Euskadi, "porque sin ella no hay libertad", dijo.

"Vamos a ganar la libertad y la paz y yo quiero liderar ese Gobierno", dijo rodeado por candidatos vizcaínos, dirigentes y cargos públicos, entre ellos la eurodiputada Rosa Díez.

"Los vascos saben que pueden votar al PSE con garantía en la defensa de todos los valores, pero además contando con que nosotros tenemos unos tonos y unos talantes distintos lógicamente a los del PP", había remarcado por la mañana en Madrid. El objetivo del PSE-EE -que espera una participación cercana al 75%- frente al 70% de la anterior contienda electoral, es que el electorado que tradicionalmente les vota en la generales pero les da la espalda en las autonómicas, se acerque a las urnas el 13-M.