Los grupos extranjeros convierten la Comunidad en destino de sus inversiones inmobiliarias
Olivas dice que la construcción es el principal motor de la economía valenciana
La construcción residencial continua creciendo en la Comunidad a pesar de las previsiones pesimistas que auguran los expertos para el sector este año. Ayer, el propio vicepresidente de la Generalitat, José Luis Olivas, definió la construcción como el gran motor de desarrollo de la economía valenciana, que ya representa un 8% del PIB valenciano, un porcentaje superior a la media del sector a nivel estatal. 'Tanto la edificación como la obra civil han mostrado un comportamiento expansivo, aunque ha destacado la construcción de viviendas gracias a la fuerte demanda existente, auspiciada por el aumento de la renta disponible de las familias, la notable creación de empleo y los bajos tipos de interés'.
La construcción ha sido también el principal generador de empleo, según Olivas, ya que en los últimos cinco años la cifra de ocupados creció un 44% frente al 21,9% en el conjunto de la Comunidad. La construcción empleaba a finales del año pasado a 177.530 personas, un 11% de la población ocupada.
No obstante, el vicepresidente reconoció una ligera desaceleración el año pasado. Aun así, fue el sector que más creció durante el año 2000 en la Comunidad y en el conjunto de España. La atonía de los mercados financieros ha provocado una fuga de capitales hacia una inversión tan clásica como es el mercado inmobiliario.
La multinacional Auguste-Thouard se mostró optimista respecto a la evolución del mercado local. 'Valencia está de moda', dijo Arturo Cañete, director de la multinacional en Valencia. Además de la explosión constructora a lo largo de todo el litoral, el subsector de oficinas se perfila como el de mayor potencial. 'La Administración es favorable a los cambios de uso de residencial a terciario. De hecho existen 18 proyectos hoteleros en marcha de aquí a dos años', añadió Cañete.
La promoción de oficinas está desatendida y existe una escasa oferta de calidad, según la multinacional francesa. En la actualidad está prevista la construcción de cerca de 50.000 metros cuadrados de oficinas en poco menos de tres o cuatro años. Los responsable de la firma agregaron que el único problema al que se enfrentan los promotores, sobre todo de usos terciario, es la falta de suelo y, por tanto, los precios elevados.
Durante la primera jornada de Urbe presentaron sus proyectos, la mayoría complejos residenciales, las sociedades Onofre Miguel, Bautista Soler, Edival, Ballester, Lubasa o Metrovacesa.
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