'Se acabó el modelo de médico autoritario'

Eric Tangalos, médico especializado en geriatría y experto en cuestiones de telemedicina de la clínica Mayo, en Estados Unidos, ha pasado recientemente por España coincidiendo con el primer aniversario de Canalsalud.com, que se integra en el portal Inicia. Durante su viaje a Madrid, Tangalos ha presentado el primer libro español sobre esta especialidad del futuro, titulado 'Telemedicina, la salud en el siglo XXI', del que son autores José Antonio Amérigo y Eugenio Suárez.

Pregunta. ¿Es la telemedicina una especialidad del futuro?

Respuesta. La telemedicina, concretamente el telediagnóstico, se practica desde hace mucho tiempo, por teléfono o por carta. Pero ahora la diferencia es que gracias a las nuevas tecnologías, empleamos otros medios técnicos que hacen la telemedicina más rápida y eficaz. Además, con la ventaja del formato digital, se pueden hacer aún más cosas, incluso llevar las consultas al domicilio de los pacientes.

P. ¿Para qué usan telemedicina en la clínica Mayo?

R. La empleamos para formación, para consultar con otros médicos y para el cuidado de los pacientes. Por ejemplo, tengo una pantalla que me deja ver los resultados de la radiografía mientras hablo con el radiólogo, durante la consulta. También se usa para controlar la salud de los pacientes cuando éstos están en su propia casa.

P. ¿Se usa especialmente con personas mayores?

R. Las personas mayores son más frágiles. La telemedicina permite llevar los cuidados médicos y sanitarios a su propio domicilio y evitarles desplazamientos. Nuestros programas incluyen visitas de enfermería, apoyo psicológico y tratamiento médico cuando es necesario. Hoy en día existe una variedad importante de equipos que se pueden conectar en casas de los pacientes, gracias a la digitalización.

P. ¿Qué hacen en estos casos las máquinas?

R. Pueden medir parámetros como la presión arterial, realizar un electrocardiograma, controlar los niveles de azúcar en sangre, entre otras cosas, y comunicarlo todo al centro médico. Son aparatos a los que se pueden enchufar distintos medidores y pueden servir también para controlar la medicación del paciente.

P. ¿Siempre dentro de la casa?

R. No, también hay aplicaciones portátiles, de reloj o de pulsera, que monitorizan las constantes de las personas y lo transmiten allí donde haga falta. En la clínica Mayo tenemos un programa con pacientes que llevan una identificación en la solapa de la chaqueta que dice dónde están y muestra algunos parámetros. Eso permite una vida más segura y más independiente para las personas mayores con problemas crónicos de salud. También se usa para excursionistas, navegantes o gente que esté sola por alguna razón.

P. ¿También operan a distancia?

R. Sí, también sirve para operar. Se usa con realidad virtual, colocando en las manos de un cirujano unos guantes especiales que permiten operar a distancia, pero esto no lo usamos aún en la clínica Mayo, está en fase de investigación. Lo que sí hacemos son operaciones durante las cuales se consulta en tiempo real a expertos que en ese momento no se encuentran físicamente en el quirófano pero que están recibiendo todos los datos clínicos acerca del caso sobre el que se interviene y dan su opinión.

P. ¿No echan de menos los pacientes ver la cara del médico?

R. Cuando es necesario, por supuesto, la ven. Pero lo importante es que estamos asistiendo a un fenómeno nuevo y positivo que consiste en que los pacientes cada día están mejor informados acerca de su proceso patológico y de la medicina en general. Los médicos que ejercen hoy en día tienen que negociar con los pacientes, la relación ya no es un monólogo sino un diálogo. Se acabó el modelo de médico paternalista. Cuando termino la sesión de consulta, dicto mis notas al ordenador a través del teléfono, y los pacientes están delante y a veces me corrigen si me equivoco. Ya no hay secretos.

P. ¿Será cada día más importante el criterio de los pacientes?

R. Yo creo que sí, desde luego. Uno de los médicos de mi equipo tiene un proyecto sobre dolor de garganta en el que los pacientes investigan sobre su caso en unas páginas de Internet y, si lo creen conveniente, ellos mismos conciertan la cita con el médico. Nosotros tenemos varios programas de éstos, pero hay muchos similares en diferentes hospitales de Estados Unidos.

P. ¿Cómo será el futuro de la telemedicina?

R. Sin duda, en los próximos años habrá una consolidación de las tendencias actuales, aunque con más recursos económicos y técnicos, con más sistemas inteligentes. Todo ello hará aumentar la supervivencia de los pacientes, que podrán permanecer en casa en situaciones en las que ahora normalmente se les ingresa. Por otra parte, el médico será alguien a quien se podrá consultar en plano de igualdad, porque, definitivamente, se acabó el modelo autoritario que ha imperado en la relación asistencial hasta ahora.