La fiscalía rusa emite una nueva orden de busca y captura contra el magnate Gusinski

Fue Leonid Troshin, portavoz de la fiscalía, quien dio ayer la noticia. Añadió que respetaba la decisión del tribunal español, pero con matices: 'No podemos evitar prestar atención a la opinión divergente del magistrado Carlos Ollero, que cree que hay cuerpo de delito en las acciones de Gusinski'.

Dimitri Ostalski, portavoz de Media Most, el imperio periodístico del magnate, aseguró que no hay 'nada real' en las nuevas acusaciones y que la fiscalía trata de salvar la cara con una acusación como la de blanqueo de dinero, 'que es muy popular hoy'. Mientras Gusinski estaba en libertad vigilada en España, su socio Gazprom -con un 38% de participación del Estado- desmantelaba su imperio periodístico, se hacía con el control de su buque insignia -la cadena de televisión NTV- y cerraba el semanario Itogui y el diario Segodnia, este último definitivamente. Otros medios de Most corren también peligro, como la emisora de radio Eco de Moscú y el canal de televisión TNT.

Se pensaba que, una vez desmantelado el grupo Most, se relajaría el acoso judicial contra Gusinski. Pero no parece que vaya a ser así. La fiscalía sigue empeñada en que el magnate sea entregado a Rusia y vuelva a la cárcel moscovita de Butirka, en la que ya estuvo recluido durante tres días en junio de 2000. Entretanto, agotado el plazo de presentación de recursos, el magnate quedaba ayer totalmente libre en España. Se le levantaban todas las restricciones de movimientos (incluso la de abandonar el país) y se daba orden de reembolsarle la fianza de mil millones de pesetas que tuvo que depositar para salir de prisión. Su plan era partir hoy hacia Israel, cuya nacionalidad tiene además de la rusa. Hasta hace poco, fue presidente del Congreso Judío de Rusia.