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ELECCIONES EN MONTENEGRO

Insuficiente victoria de los partidarios de la independencia de Montenegro

Kostunica dice que el resultado de los comicios confirma la idea de un Estado común con Serbia

Adiós al referéndum. Unos lo exclamaban con alegría. Otros con la mirada baja. El diario Vijesti lo decía ayer negro sobre blanco, con grandes letras, en su primera página: 'Montenegro lo tiene difícil'. La decepcionante victoria de la coalición independentista del presidente Milo Djukanovic en las elecciones del domingo se tradujo ayer en poco más que pobres porcentajes e insuficientes escaños. Los menos de 5.000 votos que separan a la coalición secesionista del bloque proyugoslavo ponen en evidencia la existencia de una sociedad dividida.

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Con más del 98% de los votos escrutados, la coalición Victoria de Montenegro ha ganado los comicios con poco más del 42% de los sufragios (35 escaños de 77). A favor de permanecer dentro de la República Federal de Yugoslavia, formada por Serbia y Montenegro, votaron más del 40% (33 escaños) de los montenegrinos. Los números hablan por sí solos. La victoria independentista no fue tan aplastante como sus seguidores anunciaban, ni siquiera recurriendo a los pactos electorales lograrán los seguidores de Djukanovic reunir en el Parlamento los dos tercios necesarios, exigidos por la Constitución, para poder convocar el referéndum.

Ante estas igualadas cifras, la Alianza Liberal (cerca del 8% de los votos, 6 escaños) de Miodrag Zivkovic se sentía ayer protagonista. En Cetinje, la antigua capital de Montenegro (oeste de Podgorica), donde el grupo ultraindependentista arrasó al contabilizarse los votos, se preparaba ayer una fiesta. Se sabían los liberales necesarios para llevar a buen puerto la futura votación sobre la independencia y se felicitaban a sí mismos por ello. Pero no dejaban de sentirse algo frustrados.

El referéndum parecía desvanecerse. El que a todas luces va a ser el futuro partido bisagra (la Alianza Liberal), no había concurrido sin embargo junto a Djukanovic en los comicios del pasado domingo en la pequeña república adriática (650.000 habitantes frente a los ocho millones de la vecina Serbia sin incluir Kosovo). Acusan los liberales a la coalición del presidente montenegrino de ser 'moderadamente' separatistas y muy capaces de traicionarles y pactar alianzas federales con Belgrado. Eso cuando no tildan al joven jefe del Estado montenegrino de ladrón por haberles robado su programa independentista cuando dió la espalda a su antiguo mentor Slobodan Milosevic en 1997.

Descamisado y sudoroso, el presidente Djukanovic no parecía querer entender el mensaje que las urnas le habían mandado. 'En nombre de mis amigos y colegas de partido, dejadme deciros que hemos vencido en estas elecciones', informó Djukanovic a sus seguidores en la fiesta en el cuartel general de los demócratas que empezaba a convertirse en un velatorio a medida que se conocían los resultados. Miembros del Partido Democrático de los Socialistas (DPS) y simpatizantes se miraban entre sí sin entender muy bien qué estaba pasando. Eran cerca de las cinco de la madrugada del lunes cuando el líder del DPS moderaba su posición: 'Somos conscientes de que todavía tenemos que desplegar muchos esfuerzos para reunir a las fuerzas políticas con miras a alcanzar un Montenegro independiente y europeo', matizaba Djukanovic.

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Mientras medio país ponía cara de circunstancias al ver alejarse la posibilidad de votar en el mes de julio a favor de la independencia, en las calles de Podgorica el otro medio disparaba sus pistolas al aire para celebrar la permanencia en Yugoslavia con banderas yugoslavas y tres dedos de la mano levantados al cielo (tradicional signo de victoria en Serbia), proclamando el triunfo de Serbia frente al independentismo en la fría y lluviosa noche de la antigua Titogrado. Para Predrag Bulatovic, líder de la coalición Juntos por Yugoslavia, 'el resultado de estas elecciones es muy claro: el referéndum es una ilusión'.

En Belgrado, el presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, declaró: 'Las elecciones del domingo son ante todo una señal de que los dramas políticos tocan a su fin y que nos encaminamos hacia soluciones racionales y útiles', informa la agencia oficial yugoslava Tanjug. Según Kostunica, 'el escrutinio confirma la vitalidad del la idea de un Estado común de Montenegro y Serbia así como la madurez de los electores montenegrinos y su voluntad de salvaguardar la integridad del Estado'. Para el mandatario yugoslavo, el resultado electoral del domingo pone de manifiesto la quiebra en el electorado montenegrino y esto 'traduce la necesidad de llegar a un acuerdo político ante todo en el interior del mismo Montenegro'.

El presidente Milo Djukanovic saluda ayer a sus seguidores en Podgorica.
El presidente Milo Djukanovic saluda ayer a sus seguidores en Podgorica.AP

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