Las difíciles opciones de los partidarios de la secesión

A la apretada victoria del presidente Milo Djukanovic habrá que sumarle, con casi total seguridad, la posibilidad de que la coalición que éste lidera no obtenga los dos tercios parlamentarios necesarios para convocar un referéndum para decidir si el futuro de Montenegro está fuera o dentro de Yugoslavia.

Con la práctica totalidad de los votos escrutados, la coalición Victoria de Montenegro obtendría 35 escaños que podría sumar a los 6 de la Alianza Liberal y los previsibles 3 de los partidos de la minoría albanesa (cerca del 8% de la población). Esto supondría un total de 44 escaños a favor de las tesis independentistas frente a los 33 que han ganado los panyugosalvos. Todo sobre un total de 77 escaños. En cualquier caso, nunca número suficiente para alcanzar los anhelados dos tercios, para los que matemáticamente habrían hecho falta, al menos, 50 sillones parlamentarios.

Ante tan obvio panorama la única solución sería una reforma de la Constitución que exige esa mayoría reforzada. Algo que ayer nadie estaba dispuesto ni tan siquiera a considerar. Y no lo consideraban quizá porque dentro de las fuerzas secesionistas no contaban con una victoria tan mínima. O quizá, como apuntaban los ultraseparatistas de la Alianza Nacional, porque 'Djukanovic nunca tuvo verdadera intención de convocar un referéndum'.

En opinión de un periodista del semanario independiente Monitor, esta posibilidad no sería descabellada. 'Ahora Djukanovic puede excusarse y decir que la voluntad del pueblo es la que ha decidido no convocar el referéndum y renegociar una nueva Federación con Belgrado', relataba. 'Aunque todos sabemos que en este caso quien realmente habría sido el vencedor de las elecciones sería la zanahoria y el palo en forma de ayudas económicas y aceptación internacional que la Unión Europea y Estados Unidos han puesto frente a Djukanovic'.