La república de El Coronil

En El Coronil, situado a 52 kilómetros de Sevilla yendo hacia Ronda, todo el mundo tiene casa. Los recién casados pueden adquirirla por un millón de pesetas o alquilarla por 3.000 al mes. Sus calles están relucientes: no se ve ni un papel por el suelo. La juventud no se droga ni bebe. 'Es el pueblo con menos delincuencia de España; lo dicen las estadísticas', asegura Sofía González, concejala de Cultura y Medio Ambiente. 'Aquí casi todos hacemos deporte', añade. El sepulturero, el vigilante del parque, el juez de paz, o el escudo y la bandera del pueblo han sido elegidos en sucesivos referendos. 'Estas cosas siempre las decidimos así; la participación de la gente ante todo', aclara Diego Cañamero, alcalde desde hace tres legislaturas. A Cañamero, también secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), le apoyan los ocho concejales de IU. Otros partidos políticos con representación municipal son el PSOE, con 4 concejales, y el PP con uno.

El Coronil es republicano por los cuatro costados. Y por eso el pasado viernes, en un pleno extraordinario, quiso una vez más, aprovechando el 70 aniversario de la proclamación de la II República, homenajear a aquella última corporación democrática y, de paso, borrar simbólicamente cualquier vestigio que aún quede escrito en las actas municipales de entonces. A propuesta del grupo municipal de IU se aprobó revocar todos los acuerdos tomados por el Ayuntamiento a partir del 31 de julio de 1936 -día en el que entraron las tropas fascistas en el pueblo-. En alguno de estos acuerdos se nombraba, por ejemplo, al general Francisco Franco Bahamonde hijo adoptivo y alcalde de honor. Asimismo, el consistorio ha decidido 'rechazar todas las adhesiones honoríficas, peticiones y simbologías' de los protagonistas del golpe militar y de los representantes de la dictadura. Desde el viernes, pues, en esta localidad quedan sin efecto 'la Cruz de la Beneficincia' concedida al Gobernador Civil Pedro Parias, o el título de 'Gran Caballero de la Gran Orden Imperial de las flechas rojas' otorgada al general Queipo de Llano.

A la puesta del sol la bandera tricolor engalana los balcones municipales y en el salón de plenos se da la mano junto a la andaluza. En la calle, los viejos republicanos recuerdan aquellas fechorías. Antonio Pérez, 72 años, no ha podido olvidar el momento en el que se llevaron a su padre. 'Era un niño, pero me acuerdo de eso y de que nunca fui a la escuela'. A la escuela si van Francisco Millán y Rocío Sánchez, 12 años ambos; pero de la República y de Franco saben muy poco. '¿La República Checa?', pregunta Francisco. Y Rocío remata: 'Franco era el general que hacía las leyes que le daba la gana'. 'Eso; el calvo. Y al que no las cumplía lo mataba', concluye Francisco.

La mayoría de los 5.134 habitantes de El Coronil participa en alguna actividad; son gente comprometida. La asociación de mujeres Las Aguzaderas cuenta con más de 300 socias y el SOC tiene 740 afiliados.

Quizá sea por esto por lo que sus arroyos y fuentes siempre están limpios. O su campo de fútbol, que al ser visitado recientemente por los jugadores del Sevilla fue reiteradamente ensalzado por la calidad de su césped. Cuentan también con una residencia de ancianos que muchos la llaman el hotel de cinco estrellas, un pabellón deportivo, un hotel casi de lujo, y una finca de 15 hectáreas, recientemente adquirida por el municipio para solaz y disfrute de sus gentes cuando hay fiestas y romerías. 'Y dos castillos muy bien conservados, algo de lo que muy pocos pueblos de España pueden presumir', concluye el alcalde.