Fuerte oposición del gremio editorial en México a la aplicación de un impuesto a las publicaciones

La aplicación del IVA (impuesto sobre el valor añadido) a los libros y la eliminación del 50% de apoyo fiscal a las editoriales, dos de las novedades tributarias elevadas por el Gobierno mexicano a la consideración del Congreso, han sublevado al gremio de editores, libreros y a la generalidad de los escritores e intelectuales mexicanos. "Yo estoy totalmente en contra del gravamen a los libros (...) en un país tan necesitado de bibliotecas, de lectores y de libros y de una juventud lectora de muy escasos recursos", declaró Carlos Fuentes durante la presentación de su última novela, Instinto de Inez.

Editores, autores y lectores protagonizarán hoy una concentración abierta frente al Ministerio de Hacienda.

Hasta ahora no se había aplicado el IVA a la venta de libros en México, y esas facilidades constituyeron un gran aliciente para los lectores de un país con 100 millones de habitantes, un promedio de lectura de 2,8 libros por persona al año, 20 libros por hogar, según cálculos privados. Más del 40% de los nacionales vive en la pobreza, su escolarización es precaria y el número de analfabetos, incluidos los funcionales, es decir, aquellos que saben leer y escribir, pero no tienen el hábito de la lectura, supera los 10 millones de personas. El 50% de la población es joven y de escasos recursos, hay que facilitar su acceso a la lectura, piden los sectores sociales movilizados contra la radical reforma fiscal propuesta por el Gobierno de Vicente Fox. Su objetivo es aumentar los ingresos tributarios de la segunda mayor economía de América Latina mediante la generalización del impuesto al valor añadido, incluidos los alimentos y las medicinas.

Las protestas fueron inmediatas. La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) se entrevistó con la Sociedad General de Autores y con la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para comunicar a sus legisladores que las inversiones reclamadas por la industria, que afronta como primer competidor al propio Gobierno, editor de libros de texto gratuitos, será muy difícil si se elimina la exención del 50% al impuesto sobre la renta y el gravamen del 15% a la venta. Son previsibles caídas en los índices de lectura y cierre de empresas y de fuentes de trabajo.