Brasil abre el proceso a los dos senadores acusados de violar el secreto de las votaciones

El Consejo de Ética del Senado de Brasil inició ayer los procedimientos para la apertura de un proceso contra los famosos senadores Antonio Carlos Magalhães, ex presidente del Senado, y José Roberto Arruda, líder del Gobierno en dicha institución, acusados de haber violado el secreto de la votación y por lo que fue expulsado el también senador Luiz Estevão. Ayer, al poco de iniciarse el proceso, Arruda dimitió de su cargo, al sentirse, dijo, "incómodo" tras las acusaciones de que es objeto.

La mayor acusadora de los senadores, Regina Célia Peres Borges, activa militante del PSDB (Partido de la Social Democracia de Brasil, el partido del presidente Fernando Henrique Cardoso) y responsable del funcionamiento electrónico de las votaciones, ha pedido que se rompa el secreto de su teléfono para comprobar que Magalhães la llamó dándole las gracias por haberle proporcionado la lista secreta de los votos de los senadores.

Que la cosa se pone cada día más seria en el Senado lo demuestran unas declaraciones del miércoles de Cardoso en las que afirma que quiere mantenerse al margen de los escándalos del Senado y que no va a favorecer a los acusados a pesar de que uno de ellos, Arruda, es el líder del Gobierno. "Si se prueban las acusaciones", dijo Cardoso "será sólo ex líder". La postura, sin embargo, del Ejecutivo no es fácil. El presidente ha ironizado con los senadores que han dado los votos para crear una Comisión de Investigación sobre la corrupción política.

"Que empiecen a investigar sobre ellos mismos antes de querer investigar al Gobierno", dijo ayer Cardoso. Sin embargo los tres senadores acusados -que podrían acabar siendo expulsados del Senado- son tres personas ligadas al Ejecutivo y a Cardoso: el actual presidente del Senado Jader Barbalho, acusado por el escándalo de la SUDAM (Superintendencia del Desarrollo de la Amazonia), fue abiertamente apoyado para dicho cargo por la Presidencia de la República; el ex presidente, Antonio Carlos Magalhães, hasta ahora el gran sostenedor del Gobierno de Cardoso por parte de la derecha, y Arruda.