Barcelona reclama al Gobierno que apruebe la Carta Municipal
'La Carta Municipal de Barcelona, en su inicio, hace 10 años, planteaba cosas que entonces eran muy innovadoras; cuando se aprobó, hace cuatro años, ya eran sólo convenientes; hoy son simplemente urgentes y el Gobierno debería hacer algo al respecto. Si no lo hace, habrá que llevar el asunto a quien legisla, que es el Parlamento', así se expresaba ayer Ernest Maragall, concejal del Ayuntamiento de Barcelona. Maragall expresó su pesar ante el goteo de noticias que se han producido últimamente, todas ellas procedentes del Gobierno central, y le pidió dos cosas: una, que deje de dialogar con otras instituciones a través de la prensa; dos, que decida de una vez su posición sobre la Carta Municipal.
El Ayuntamiento de Barcelona no puede seguir esperando a ver qué pasa y que mientras no pase nada en asuntos como la justicia, la seguridad o la financiación, explicó Maragall. 'Si el Gobierno está pensando en extender los derechos previstos en la Carta Municipal de Barcelona a otras ciudades, que lo haga. No rechazo que otras capitales españolas tengan derechos, pero que se los den de una vez a Barcelona', dijo el concejal barcelonés, quien añadió que la legislación actual consagra la posibilidad de un régimen especial para Barcelona y para Madrid.
Maragall propone que el Gobierno retome los contactos con el Ayuntamiento de Barcelona, hoy prácticamente congelados, 'para saber dónde estamos' y hacia dónde va a ir la Carta Municipal. Si lo que desea es paralizarla a la espera de un texto que afecte a las capitales de comunidades autónomas, el Ayuntamiento de Barcelona se sentirá discriminado porque la Carta Municipal lleva ya cuatro años de espera para su aprobación definitiva.
La Carta Municipal barcelonesa fue aprobada por unanimidad de todos los grupos del consistorio y del Parlament, incluido el Partido Popular, de ahí la perplejidad de Ernest Maragall ante el frenazo impuesto por el Gobierno Central.
Para salir del atolladero, Maragall propone volver al legislador que ya aprobó la medida (el Parlament) y promover iniciativas en el Congreso de los Diputados. De hecho, en paralelo a las declaraciones de Maragall, el diputado socialista Joan Armet presentó en el Congreso una pregunta sobre las intenciones del Gobierno referentes a la legislación sobre grandes ciudades que recuerda que Barcelona aún espera una carta que aprobó en el año 1997.
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