Maragall intenta en vano que el presidente se defina sobre la descentralización de la Generalitat
Pasqual Maragall intentó ayer infructuosamente que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aclarara en el Parlament si está a favor o en contra de descentralizar la Administración de la Generalitat mediante la creación de 6 o 7 veguerías. El líder de la oposición dedicó a esta cuestión su turno en la sesión de preguntas al presidente. Fue en vano. Pujol evitó exponer su posición y se remitió a lo que en su momento proponga la ponencia parlamentaria que estudia la reforma de la organización territorial de Cataluña.
'No nos líe, no nos venga con que la creación de veguerías no depende de nosotros', dijo Maragall. El diputado socialista se refería al aval dado por Pujol hace tres semanas a la consejera de Gobernación, Núria de Gispert, cuando ésta argumentó que la creación de veguerías debe hacerse mediante una ley estatal que modifique el ámbito de las provincias.
Pujol no soltó prenda. Advirtió que su Gobierno sólo está interesado en una organización territorial que 'simplifique' la actual superposición de divisiones administrativas. Y de cara a la delimitación futura de hipotéticas veguerías señaló que 'el reconocimiento institucional' de un territorio tendrá que surgir de los estudios que se hagan.
Desde la campaña de las pasadas elecciones autonómicas los socialistas propugnan la creación de siete regiones administrativas en Cataluña que, con el nombre de veguerías u otro, sean los ámbitos de la Administración periférica de la Generalitat. Pese al rechazo de Convergència i Unió (CiU), esta propuesta ha experimentado algunos avances, como el reconocimiento del ámbito de las comarcas del Ebro, con el nombramiento para ellas de un delegado de la Generalitat con las mismas funciones que los provinciales.
Un nuevo avance de este tipo se produjo ayer en el Parlament con el reconocimiento formal del Pirineo como ámbito específico para la planificación territorial. Los tres grupos parlamentarios de la izquierda y el del PP presentaron sendas propuestas para dar este reconocimiento las comarcas del Pirineo.
CiU siempre ha sostenido que, más allá de la peculiaridad montañosa, el Pirineo carece de entidad suficiente para requerir una división administrativa propia. Pero ahora ha quedado en minoría porque el PP no le sigue en esta posición. Para evitar una sonora derrota en el Parlament los diputados de CiU votaron ayer a favor de que el Pirineo sea, de momento, 'ámbito para la planificación territorial'.
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