_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Incapacidad

Esta carta viene dada por la gran incapacidad, incrédulo de mí, que demuestra la Seguridad Social. En este caso, todo va en contra del hospital Ramón y Cajal, y el problema surge a raíz de un pequeño dolor que tiene mi abuela en la pierna; después de ir varias veces a urgencias, se le pronostica que es un problema de abductores; posteriormente, que es un problema de debilidad del hueso, y al final, cuando mi abuela no aguanta más el dolor, y viendo que la medicación no hace ningún efecto, decidimos volver a urgencias un domingo a principios de enero; después de estar casi cuatro horas de acá para allá, resulta que le ven en una de las radiografías que tiene una mancha en el fémur, que posiblemente sea cáncer; total, que esa misma noche queda ingresada para hacerle las pertinentes pruebas.

Al principio, toda la familia se quedó angustiada, aunque mucha gente pueda pensar que una persona de 82 años con un tumor es lo más normal del mundo -ya se sabe, es una persona mayor y ya ha vivido suficiente-. Enseguida empezamos a pensar en el futuro próximo en nuestro entorno: ¿qué podemos hacer?, ¿cuánto vivirá?, ¿podrá ver a su bisnieto que nace en septiembre?, ¿sufrirá mucho?; ya saben, todas esas preguntas que te haces y realmente no sabes contestar, respuestas que un médico sí te puede dar o, por lo menos, aproximarse.

Una vez ingresada, el médico nos dice que tendremos que esperar un tiempo para ver las pruebas que le van a realizar: biopsias, cultivos, etcétera; total, después de casi tres meses de haberle realizado multitud de pruebas -todas las necesarias, según los médicos-, nos dicen que le han encontrado el cáncer en el riñón, que ha dejado de funcionar, y se le ha extendido hasta el fémur, y que ahora tienen los de traumatología que reunirse con los de riñón, cuatro plantas más arriba en el hospital, para ver qué le hacen a mi abuela, si la operan del riñón, si la operan de la pierna, si le dan algún tratamiento...

Hemos intentado hablar con los médicos y, cada vez que lo hacíamos, se echaban las culpas unos a otros; entre ellos mismos no saben qué pasa en sus departamentos; la última ha sido esta mañana, cuando mi hermano ha ido a preguntar para ver si de verdad van a hacer algo, y encima la chulería de algunos médicos o matasanos les pierde: no sólo no hemos conseguido nada, sino que casi acaba muy mal la cosa; sinceramente, ya no sabemos qué hacer.

Se preguntarán si he puesto alguna queja por escrito. No, no lo he hecho, creo que los hechos son tan claros que un escrito a nosotros no nos soluciona nada; es más, no creo ni que lleguen a enterarse. A todo esto, la abuela no sabe absolutamente nada del tema, ya que hace unos años un hijo suyo también murió de un cáncer, con lo cual cualquier noticia respecto a ese tema la hundiría aún más; ella piensa que le han puesto un clavo en la pierna y que está esperando a recuperarse, pero tampoco es tonta y sabe que algo no marcha bien; sigue con la medicación, y, para más inri, como está en la planta de traumatología, todas sus compañeras de habitación en unas semanas se van, cosa que la entristece profundamente. Lo único que esta familia pide y casi exige es que el poco tiempo que le quede a la abuela lo pase con su familia en el estado en que sea.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_